UD 15- EL MUNDO COMUNISTA.

EL MUNDO COMUNISTA 

INTRODUCCIÓN 

Tras la muerte de Lenin en 1924 y tras unos años de lucha por el poder se consolida en la Unión Soviética el poder de Stalin, que dará forma al país y extenderá el comunismo por la Europa del Este tras la II Guerra Mundial al ocupar medio continente el Ejército Rojo en su lucha contra Hitler. Stalin pondrá en marcha todos los principios de la revolución de 1917 (colectivización de la agricultura, economía planificada…) y hará extensivas estas ideas a esos países sometidos de Europa –a los que se denominarán democracias populares- y a otros que se incluirán en su bloque. Tras su muerte en 1953 se abre una lucha por el liderazgo y será Kruschev su heredero, aunque no tendrá el poder que había tenido Stalin, y así sus oponentes políticos le destituirán de sus cargos en 1964, dos años después de la crisis de los misiles. A la época de Kruschev le sigue la larga etapa de Breznev, que supone en muchos sentidos un retroceso y un aumento del control sobre los países sometidos como demostró en Checoslovaquia en 1968. Tras su muerte en 1982 deja un país sumido en una profunda crisis y al borde del hundimiento. Sus dos ancianos sucesores –Andropov y Chernienko-en tres años no solucionan nada. En 1985 accede al poder Gorbachov, un hombre joven y con ganas de reformar el país a través de la perestroika, pero desató fuerzas que a la larga acabarán con la URSS.

También estudiaremos el comunismo en China desde el triunfo de Mao en 1948 y la evolución del país hasta finales de los ochenta. 

I. LA UNIÓN SOVIÉTICA HASTA 1985.

1. La Unión Soviética: la última fase de Stalin 

Los efectos de la segunda guerra mundial sobre la Unión Soviética fueron dramáticos. El número de muertos se cifra en más de veinte millones y la mayor parte de su infraestructura y de su industria quedaron destruidas. Pero la tenaz lucha contra el nazismo había fortalecido al régimen de Stalin y la Unión soviética obtuvo el reconocimiento de las otras potencias vencedoras que le reservaron un lugar destacado en las conferencias de paz.

Stalin acumuló todo el poder del Estado, del partido y del ejército. Desde 1924 a 1929 fue eliminando las figuras más relevantes del Estado y del partido, con el objetivo de convertirse en único jefe. Lanzó a la URSS a una revolución total, basada en la colectivización y la industrialización intensivas, matando y deportando a millones de campesinos. Creó un culto en torno a su figura que elevaba a proezas sus actividades cotidianas. Convertido en héroe del comunismo, reanudó su política de persecución contra disidentes y críticos del partido con el apoyo de una fiel policía política.

La política de hechos consumados que siguió a la guerra le permitió, con escasa oposición, la anexión de una amplia franja de territorios limítrofes a su frontera occidental: Europa oriental quedó bajo el control de su ejército.

Para la reconstrucción de su arruinada economía recurrió a las pautas anteriores: propiedad estatal de los medios de producción y planes quinquenales. Estos dieron prioridad al desarrollo de la industria pesada y a la fabricación de armas convencionales, exigencia derivada del enfrentamiento con Occidente. A la consecución de estos objetivos se sacrificó el desarrollo del sector agrario y de la industria de bienes de uso y consumo, manteniendo un bajo nivel de vida que dejaba sin recompensa material los esfuerzos del pueblo soviético. 

2. El postestalinismo: Kruschev. 

Tras el fallecimiento de Stalin en 1953, se inició la lucha por la sucesión. Después de un período de dirección colectiva Nikita Kruschev fue elegido primer secretario general del partido.

En el XX Congreso del PCUS, en febrero de 1956 pronunció una dura crítica contra Stalin y sus métodos de gobierno. De esta manera comenzó la desestalinización, impulsada al año siguiente por el relevo de los dirigentes del partido y del gobierno, cuya presidencia fue asumida también por Kruschev en 1958. La rehabilitación de los perseguidos, las reformas en las enseñanzas técnicas y la mayor libertad para los soviets y los sindicatos supusieron una tímida apertura tras la rigidez estaliniana.

El nuevo líder propuso una política económica diferente para pasar del socialismo de acumulación primitiva; capaz de producir grandes cantidades de acero y productos industriales básicos, al socialismoindustrial moderno” que introducía los criterios de excedente y de beneficio y defendía la producción de bienes de consumo.

Para ello se estableció un plan septenal -entre 1959 y 1965-, más operativo y con mayores posibilidades de revisión que los quinquenales. A través del mismo se persiguió: 
  • Resolver los problemas de abastecimiento de alimentos, mediante un impulso de la agricultura: roturación de tierras vírgenes en K azajstán, Uzbekistán y Siberia occidental. Esta preocupación por la agricultura y el bienestar campesino provocó un aumento de la producción.
  • Potenciar la industria de bienes de consumo, para elevar el nivel de vida medio; reformar y ampliar la red de transportes y desarrollar la explotación de fuentes de energía.
  • Permitir a las empresas agrícolas e industriales la venta de los excedentes para; una vez cubierto el cupo impuesto por los planificadores, obtener algún beneficio.
  • En política exterior, la superioridad en la carrera espacial y el nuevo talante permitieron que se produjese la fase de la coexistencia pacífica. 

Con estas medidas intentó acelerar el desarrollo de la Unión Soviética para alcanzar, según sus cálculos, en 1970 el nivel de vida de los Estados Unidos. Sin embargo, la política de Kruschev fracasó debido a:
  • las malas cosechas y la falta de abonos, el agotamiento de la tierras vírgenes y la ausencia de estímulo del campesinado no favorecieron el incremento de la producción, con lo que los problemas agrícolas continuaron.
  • no se logró mejorar el nivel de vida de los soviéticos.
  • la carrera de armamentos y la burocratización impidieron el avance en la producción ansiado por Kuschev.

Esta última circunstancia, unida a la lucha por el poder en el seno del partido, debilitó la posición del líder soviético que llegó a ser acusado en el Comité Central de errar en su previsión económica, de concentrar el poder y de practicar el amiguismo y el culto a la personalidad. Por ello fue relevado de sus cargos el 14 de octubre de 1964.

3. La era Breznev.

Leónidas Breznev se convirtió en primer secretario del partido tras la caída de Kruschev. Su gestión, entre 1964 y 1982, se caracterizó por el estancamiento. Impuso una rígida burocratización en la política y fijó la “doctrina Breznev”, como el derecho a intervenir en los asuntos internos de los países socialistas amigos. Se frenó el impulso reformista de Kuschev y la política soviética regresó al hermetismo de los tiempos de Stalin. El fortalecimiento del ejército rojo fue una prioridad de la política soviética, presentado como una necesidad para frenar al imperialismo capitalista. El ejército garantizó la presencia soviética en los países aliados y se empleó la represión contra los descontentos. La costosa industria armamentística impidió el desarrollo de otras más productivas.

Breznev reemprendió la planificación tradicional; lo que supuso el descenso de la producción industrial y agraria. El retraso tecnológico repercutió en la baja calidad de tos productos, se extendió la corrupción y se desarrolló un amplio “mercado negro”, que buscaba paliar la escasez de productos. El malestar social se hizo cada vez más evidente y la sociedad soviética se alejó de una clase política incapaz de resolver los graves problemas del sistema. 

II. LAS DEMOCRACIAS POPULARES HASTA 1985.

1. Las democracias populares de Europa oriental: orígenes. 

Las tropas soviéticas habían liberado Europa oriental de la ocupación nazi. Las promesas iniciales hechas por Stalin en Yalta a los aliados occidentales de celebrar elecciones libres en Polonia y otros Estados quedaron sin efecto. Durante los años que siguieron a la guerra mundial, en los países de ocupación soviética se constituyeron repúblicas populares que copiaron el modelo soviético. Su establecimiento siguió el mismo proceso en todos ellos, con variantes nacionales derivadas de su tradición histórica y de la mayor o menor resistencia al comunismo de Moscú, veamos las fases de implantación del comunismo en esos países: 
  1. Formación de gobiernos provisionales de concentración, integrados por comunistas de prestigio en puestos claves.
  2. Triunfo comunista en elecciones bajo supervisión soviética y unificación o federación del Partido Comunista con el Socialista y otros próximos ideológicamente.
  3. Constitución de nuevos gobiernos comunistas con actitudes cercanas a la línea estalinista, que actuaron contra miembros de otros partidos o disidentes del propio.
  4. Proclamación de repúblicas populares con elecciones de lista única, reconocimiento de los derechos sociales al trabajo, la educación y la sanidad y Constituciones basadas en la soviética.

A comienzos de los años cincuenta, la Unión Soviética, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, la República Democrática Alemana. Bulgaria, Albania y Rumanía formaron un bloque cohesionado sobre el que se había instaurado un férreo control soviético, a través de la ideología y de los partidos comunistas.

El sometimiento se reforzó con la creación de organismos de integración como el CAME y el Pacto de Varsovia. 

2. El CAME (COMECON) y el Pacto de Varsovia. 

Los países del Este europeo siguieron las directrices económicas marcadas por Moscú. En una primera etapa se llevó a cabo la reforma agraria y la nacionalización de bancos e industrias al tiempo que se establecieron planes con ayuda de la Unión Soviética.

A partir de 1950, se impuso la colectivización, p arcial e incompleta, de la tierra y el desarrollo de la industria pesada.

En enero de 1949 se creó el CAME o COMECON, Consejo de Ayuda Mútua Económica como reacción frente al Plan Marshall. Se concibió como una asociación económica de Estados soberanos y estuvo constituida por la Unión Soviética, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria, a los que luego se unió Albania y, en 1950, la República Democrática Alemana. 

El CAME cobró relevancia a partir de 1956 en que promovió la planificación conjunta. Creó un espacio común de intercambios, con precios alterados políticamente para conseguir el equilibrio de las balanzas comerciales; e impuso una división internacional del trabajo por la que cada país abastecía al mercado común con unos productos previamente asignados. Todo el sistema se orientó a satisfacer las necesidades de la Unión Soviética que no permitió una diversificación de las actividades económicas en los países miembros, fundamental para el desarrollo armónico de sus economías nacionales. 

Los países del bloque del Este, en mayo de 1955, constituyeron el Pacto de Varsovia en respuesta a la adhesión a la OTAN de la República Federal de Alemania. Según sus estatutos fue una organización para la cooperación militar conjunta, si bien proporcionó a los soviéticos el mecanismo de intervención en los países del bloque. 

3. Resistencias y tensiones en el bloque comunista. 

El modelo de Estado soviético y la hegemonía de Moscú sobre países con culturas y situaciones económicas distintas no fue siempre aceptada de buen grado. 

a) La ruptura de Yugoslavia con la Unión Soviética (1949). 

En Yugoslavia, único país donde los partisanos o guerrilleros de Tito habían expulsado a los alemanes antes de la entrada de los soviéticos, el líder croata Josip Broz, Tito, presidió el gobierno provisional y se adhirió a los principios socialistas. En 1945 creó la República Popular Federativa de Yugoslavia, pero no aceptó las directrices de Moscú, y en 1948 rompió la colaboración con la Unión Soviética. Por primera vez se anunció la existencia de un Estado socialista independiente y Tito proclamó su " vía nacional yugoslava al socialismo”.

Se desarrolló un socialismo autogestionario y el país sobrevivió gracias a las ayudas occidentales. En 1956, tras su reunión en la ciudad yugoslava de Brioni con Nasser y Nehru, Tito se convirtió en uno de los líd eres del movimiento de países no alineados.

El ejemplo yugoslavo causó gran preocupación en 1a Unión Soviética y dio lugar a depuraciones en los Estados del bloque para eliminar comunistas nacionalistas y “titoístas”. 

b) Los años cincuenta y la insurrección de Hungría (1956). 

Las primeras muestras de descontento en los Estados socialistas tuvieron lugar en Berlín oriental en 1953, con motines y manifestaciones reprimidas por la intervención de los soldados soviéticos. 

En Polonia 1956 los obreros llevaron a cabo una huelga contra los bajos salarios y las largas jornadas que concluyeron con la readmisión de Wladislaw Gomulka como primer secretario del Partido Unificado Polaco. 

En Hungría, en 1956, el primer ministro Imre Nagy admitió en su gobierno a políticos no comunistas. Anunció el fin del régimen de partido único y el abandono del Pacto de Varsovia, con lo que el país se convertiría en un Estado neutral. Pero las tropas soviéticas entraron Budapest el 4 de noviembre, el movimiento húngaro fue derrotado y Nagy detenido y ejecutado en 1958. 

c) La Primavera de Praga (1968). 

Checoslovaquia era el país de Europa oriental con mayor tradición democrática. Sólo el nazismo había podido doblegarla y, sin embargo, mediados de los sesenta se había convertido en un Estado policial. En enero de 1968, Alexander Dubcek se convirtió en el primer secretario del Partido Comunista y anunció la evolución hacia un socialismo de rostro humano” que, sin abandonar los principios solidarios del comunismo, implantase la democracia y un sistema de libertades en su país. En abril, el, programa de los reformistas defendió la rehabilitación de las víctimas de las purgas, el restablecimiento del Parlamento democrático, el fin de la censura y la autorización de los partidos. Fue la “primavera de Praga” .

El 20 de agosto los tanques soviéticos aplicaron la “doctrina Breznev e invadieron el país. La resistencia pasiva de los checos fue vencida, las libertades conseguidas se anularon y Dubcek y los reformistas fueron sustituidos por dirigentes fieles a Moscú. 

d) Polonia y Solidaridad. 

Las endémicas huelgas obreras en Polonia llevaron en 1980 a la paralización de los astilleros del Báltico. Pero esta vez añadieron peticiones políticas a sus demandas sociales. Los huelguistas, organizados en el sindicato Solidaridad y con Lech Walesa al frente, consiguieron un acuerdo con el gobierno. Éste reconoció el derecho a la huelga, la existencia de sindicatos independientes, la reducción de la censura y la concesión de mayores libertades para la Iglesia católica. En 1981 el general W. Jaruzelski, presidente del gobierno, impuso la ley marcial, detuvo a Walesa y al resto de líderes obreros y suprimió todas las mejoras conseguidas.

El sindicato, con el apoyo de la Iglesia, siguió actuando en la clandestinidad hasta que en 1988 consiguió negociar de nuevo con e l gobierno. Paradójicamente la clase obrera se levantaba contra un régimen que había nacido para liderar cambios en beneficio del proletariado. 

e) La crisis del sistema comunista.

Los países comunistas europeos mantenían a mediados de los ochenta la planificación de la economía, los principios políticos de la democracia popular y su vinculación a través del CAME y el Pacto de Varsovia. El sistema, sólido en apariencia, encubría graves deficiencias. La carencia de productos básicos era permanente, el aparato industrial resultaba anticuado y en las fábricas los obreros permanecían ociosos, sin trabajo durante días, por falta de suministros. El despilfarro de materias primas era habitual y la contaminación no se controlaba.

Los numerosos burócratas constituían una elite social improductiva y sin iniciativas. Las promesas de democratización se aplazaban con la excusa de hacer frente a la amenaza occidental y la represión política actuaba con contundencia contra los disidentes. 

III. LA CHINA COMUNISTA. 

1. Los orígenes del Partido Comunista Chino. 

En China había caído en 1912 el último emperador a través de una revolución de corte nacionalista dirigida por el Kuomintang o Partido Nacionalista Chino. Pero lejos de controlar la situación el país permaneció en el caos y la anarquía en muchas zonas. En 1921 surgía el Partido Comunista Chino dirigido por Mao Tse Tung que en 1927 rompió con los nacionalistas e inició un levantamiento que de forma intermitente enfrentaría a esos dos partidos. A través de la Larga Marcha Mao, vencido, se retira a una zona remota del país donde conformaron toda la ideología y estructura que el partido tendría en un futuro. La invasión japonesa de Manchuria en 1931 supuso una nueva etapa de colaboración entre las dos fuerzas. Derrotados los japoneses en 1945, la guerra civil se reanudó, hasta que los comunistas desencadenaron en 1949 una gran ofensiva que obligó a los nacionalistas a buscar refugio en la isla de Formosa, convertida en Taiwán o China Nacionalista. 

2. La China de Mao Tse Tung (Mao Zedong). 

a) Instauración de la República Popular China. 

El 1 de octubre de 1949, los comunistas proclamaron la República Popular China. Se iniciaba la construcción de una república socialista con la Unión Soviética como modelo y guía. En febrero de 1950 se firmó el pacto de amistad y ayuda mutua con Moscú por el cual técnicos y maquinaria soviéticos contribuirían al desarrollo del nuevo estado. El maoísmo se convirtió en el nuevo soporte ideológico. Se acometió la reforma agraria los grandes latifundistas fueron expropiados y la tierra se repartió entre los campesinos que formaron cooperativas agrarias según el modelo soviético. La industria y las infraestructuras se nacionalizaron. Las nuevas autoridades aplicaron medidas fiscales en beneficio de los más desfavorecidos.

La intervención del ejército chino en la guerra de Corea en apoyo de los comunistas produjo el alejamiento definitivo de la revolución china de los Estados Unidos y retrasó la toma de medidas económicas en el interior del país. En 1953 se inició el primer plan quinquenal que centró su atención en el desarrollo de la industria pesada y la obtención de carbón y de energía eléctrica. La producción agraria se impulsó para conseguir el autoabastecimiento que se logró en buena medida a pesar del grave inconveniente que supuso la falta de tecnología cualificada.

La Constitución de 1954 permitió la existencia de regiones autónomas sobre el papel y concentró los poderes en el Estado y en el partido con Mao como figura destacada al frente de ambos organismos.

b) El «gran salto adelante». 

Mao realizó una autocrítica del comunismo chino en 1957 al denunciar los excesos que su implantación había costado: la vida de 8.000.000 de personas. En su discurso de las ” Cien Flores”, estableció la metáfora de que debían florecer en China cien escuelas de pensamiento como cien flores, solicitaba la colaboración de los intelectuales y la apertura de un debate que rectificase los errores de la revolución .

La crítica solicitada de los intelectuales fue, sin embargo duramente contestada por el partido que radicalizó su política frente a la propuesta de Mao y las “Cien Flores” dejaron de existir antes de su eclosión. Los comunistas proclamaron el “gran salto adelante”- como rectificación e impulso del proyecto socialista.

En 1958 se crearon las comunas populares unidades de trabajo y de vida ubicadas en entornos rurales dedicadas a la explotación sistemática del territorio que ocupaban. 

Liu Shao Chi principal impulsor de esta nueva política sustituyó en 1959 a Mao Tse Tung, el gran timonel, en la presidencia de China. Pero los errores de planificación y una cadena de catástrofes naturales retrasaron el gran salto adelante y en muchos lugares las comunas desaparecieron.

El enfrentamiento con Moscú que comenzó en 1957 con el abandono de la tutela soviética sobre la económica se hizo definitivo en 1962 cuando Kruschev fue acusado por China de traicionar la revolución mundial por su retirada en la crisis de los misiles. En 1964 la república Popular China explosionó su primera bomba atómica y se convirtió en una nueva potencia del socialismo, su éxito había completo. 

c) La revolución cultural. 

El enfrentamiento entre Mao Tse Tung y los burócrat as del gobierno y del partido llevó al veterano líder a iniciar la revolución cultural y proletaria en 1966.

Millones de guardias rojos, militantes juveniles del partido, y los actores más radicales del comunismo chino con Lin Piao al frente, dirigieron turbulentas persecuciones contra la burocracia, el elitismo y el aburguesamiento en favor de un igualitarismo absoluto y de los principios revolucionarios contenidos en el Libro Rojo. Muchos intelectuales funcionarios y miembros del partido fueron humillados y acusados de revisionistas, perdieron sus empleos, sus vidas o fueron deportados. El presidente Liu Shao Chi y el secretario general del partido, Deng Xiao Ping fueron destituidos. Las manifestaciones, concentraciones y acciones violentas se multiplicaron por todo el país, hasta que en abril de 1969 cesaron los disturbios por la intervención del ejército. El congreso del partido de abril de ese año devolvió sus poderes a Mao y Lin Piao fue proclamado su sucesor y Chu En Lai confirmado como primer ministro. En el fondo todo había sido un intento de Mao por recuperar un poder que se le escapaba de las manos. 

d) Los últimos años de Mao. 

A partir de 1969 la China revolucionaria se estabilizó. El país se abrió a Occidente al tiempo que se agravó el enfrentamiento con la Unión Soviética. En 1971 se produjo su ingreso en la ONU y ocupó un puesto permanente en el Consejo de Seguridad tras la expulsión de Taiwan. Los líderes perseguidos duran te los tiempos convulsos de la revolución cultural fue ron rehabilitados y Lin Piao murió al estrellarse el av ión en el que huía hacia la Unión Soviética según la explicación oficial china tras fracasar su golpe de Estado contra Mao con el que pretendía revitalizar el radicalismo revolucionario 

3. La China postmaoista.

A la muerte del "gran timonel" en 1976 se desató una cruel lucha por el poder entre los fieles maoístas y los reformistas del rehabilitado Deng Xiao Ping que concluyó con la victoria de estos últimos. El nuevo líder del maoísmo fortaleció el ejército y los nuevos planes se centraron en el desarrollo de la agricultura, la industria y las ciencias.

A finales de los ochenta entró en vigor la política del hijo único para frenar el aumento demográfico en China, con severas amenazas para quienes no la cumpliesen. En 1988 se inició la apertura económica mediante la legalización de la propiedad privada de la tierra y de la pequeña empresa privada. Asimismo se establecieron las llamadas zonas económicas especiales, enclaves industrializados con economía de mercado permitida.

La tolerancia de las autoridades hacia prácticas capitalistas ha contrastado con su inmovilismo político con un grupo dirigente cerrado y contrario a cualquier participación democrática. Ello ha permitido abusos en la economía causantes de fuertes desigualdades en un país con un bajo nivel de vida. En junio de 1989 se produjo una protesta de estudiantes en la plaza de Tiananmen de Pekín que reclamaron durante días la democratización del sistema, pero fueron reprimidos con dureza por el ejército. Así se puso fin al equivalente chino de las revoluciones europeas contra los regímenes comunistas y el poder de las elites del partido se afianzó.