UND. 4 - ARTE GRIEGO Y ROMANO.

UND. 4 - ARTE GRIEGO Y ROMANO.

1.    EL ARTE EN GRECIA.

El Arte Griego marca un referente para la civilización occidental que perdurará hasta nuestros días. Los modelos griegos de la antigüedad son tenidos como clásicos y los cánones escultóricos y los estilos arquitectónicos han sido recreados una y otra vez a lo largo de la historia de Occidente.

Detalle del Auriga de Delfos. Escultura en bronce.
1.1.    La arquitectura.

El templo fue, sin lugar a dudas, uno de los legados más importantes de la arquitectura griega a occidente. Era de una forma bastante simple: una sala rectangular a la que se accedía a través de un pequeño pórtico (pronaos) y cuatro columnas que sostenían un techo bastante similar al actual tejado a dos aguas. En los comienzos éste fue el esquema que marcó los cánones. 

Partenón. Acrópolis de Atenas.
Del perfeccionamiento de esta forma básica se configuró el templo griego tal y como hoy lo conocemos. En sus comienzos, los materiales utilizados eran el adobe para los muros y la madera para las columnas. Pero a partir del siglo VII a.C. (período arcaico), éstos fueron reemplazados por la piedra, lo que permitió el agregado de una nueva hilera de columnas en el exterior (peristilo), y con lo que la construcción ganó en monumentalidad.


Entonces surgieron los primeros órdenes arquitectónicos: el "dórico", al sur, en las costas del Peloponeso y el "jónico", al este. Los templos dóricos eran más bien bajos y macizos. Las gruesas columnas carecían de base y el fuste era acanalado. El capitel, muy simple, terminaba en una moldura llamada equino. Las columnas sostenían un entablamento (sistema de cornisas) compuesto por un arquitrabe (zona inferior) y un friso de tríglifos (decoración acanalada) y metopas.


La construcción jónica, de mayores dimensiones, descansaba sobre una doble hilera de columnas, algo más estilizadas, también de fuste acanalado y con un sólido basamento. El capitel culminaba en dos gráciles volutas y los frisos se hallaban decorados con relieves. Más adelante, en el período clásico ( siglos V y IV a. C. ), la arquitectura griega arribó a su máximo apogeo. A los dos órdenes ya conocidos se sumó el "corintio", con su típico capitel terminado en hojas de acanto .

Cariátides en el Erecteón. Acrópolis de Atenas.
Las formas se estilizaron aún más y se agregó una tercera hilera de columnas. El Partenón de Atenas es la más clara ilustración de este brillante período arquitectónico griego.

En tiempos de la dominación helénica (siglo III a. C.) la construcción, que conservó las formas básicas del clasicismo, alcanzó el punto máximo de la fastuosidad. Columnas de capiteles ricamente ornados sostenían frisos trabajados en relieve de una elegancia y factura insuperable.

1.2.    La escultura. 

Las primeras esculturas griegas (siglo IX a. C.) fueron pequeñas figuras humanas hechas en materiales muy maleables tales como la arcilla, el marfil o la cera. No fue hasta el período arcaico (siglos VII y VI a. C.) que los griegos comenzaron a trabajar la piedra. Los motivos más comunes de las primeras obras eran sencillas estatuas de muchachos (kouros) y muchachas (korés). De formas lisas y redondeadas, estas figuras plasmaban en la piedra una belleza ideal.

Koré griega. Época arcaica.
Estas figuras guardaban una gran similitud con las esculturas egipcias que habían servido de modelo. Con la llegada del clasicismo ( siglos V y IV a. C. ), la estatuaria griega fue tomando un carácter propio y abandonó definitivamente los primitivos patrones orientales. Gracias al estudio de las proporciones se pudo copiar fielmente la anatomía humana y los rostros ganaron definitivamente en expresividad y realismo.

Doríforo de Policleto

Se introdujo el concepto de "contrapposto", posición por la cual la escultura se apoyaba totalmente sobre una pierna, dejando la otra libre, y el principio del dinamismo cobró forma en las representaciones de atletas en plena acción. Algunos de los grandes artistas del clasicismo fueron Policleto, Mirón, Praxíteles y Fidias, aunque tampoco se puede dejar de mencionar a Lisipo, que intentando plasmar las verdaderas facciones del rostro, logró los primeros retratos.

Venus de Milo

Durante el período helenístico (siglo III a. C.) se enfatizaron y sofisticaron las formas heredadas del clasicismo. Así, producto de esta recepción, surgieron obras de inigualable monumentalidad y belleza, como "El coloso de Rodas", de treinta y dos metros de altura. Cabe aclarar, que tanto por su función religiosa como decorativa, la escultura se hallaba estrechamente ligada a la arquitectura. Así lo evidencian los trabajos estatuarios de las fachadas, columnas e interior de los templos.

Grupo de Laocoonte y sus hijos

 1.3.    La pintura y la cerámica. 

Para hablar de la pintura griega es necesario hacer referencia a la cerámica, ya que precisamente en la decoración de ánforas, platos y vasijas, cuya comercialización era un negocio muy productivo en la antigua Grecia, fue donde pudo desarrollarse este arte.

Al comienzo los diseños eran elementales formas geométricas -de ahí la denominación de geométrico que recibe este primer período ( siglos IX y VIII a. C. )- que apenas se destacaban sobre la superficie.

Vaso de cerámica griega del período geométrico.

Con el correr del tiempo, éstas se fueron enriqueciendo progresivamente hasta cobrar volumen. Aparecieron, entonces, los primeros dibujos de plantas y animales enmarcados por guardas denominadas "meandros". En un próximo paso, ya en el período arcaico ( siglos VII y VI a. C. ), se incluyó la figura humana, de un grafismo muy estilizado. En medio de las nuevas tendencias naturalistas, ésta cobró mayor importancia al servicio de la representaciones mitológicas.

Kylix ática de iguras rojas atribuido al pintor Edipo y dondes se representa el famoso episodio de Edipo vestido de viandante escucha el enigma que le plantea la Esfinge  en la ciudad de Tebas. H. 470 a.C..

Las escenas se organizaron en franjas horizontales paralelas que permitían su lectura girando la pieza de cerámica. Con el reemplazo del punzón por el pincel los trazados se volvieron más exactos y detallistas. Las piezas de cerámica pintadas comienzan a experimentar una notable decadencia durante el clasicismo (siglos IV y V a. C.) para resurgir triunfantes en el período helenístico (siglo III), totalmente renovadas, plenas de color y ricamente decoradas

Firma del famoso pintor griego Sófilos: Sófilos m' egrafsen (Sófilos me pintó)

2.    EL ARTE ROMANO.

El mundo griego fue fundamental para el desarrollo del arte romano junto a las aportaciones de la cultura etrusca. Sin embargo, también tuvo una indiscutible personalidad, manifestada principalmente en la arquitectura.

Posteriormente el arte romano repercutirá enormemente en las culturas occidentales, siendo la base cultural de Occidente hasta nuestros días.

El arte en Roma se puso al servicio de nuevas necesidades. Esto explica el nacimiento de nuevas manifestaciones y también la aparición de un arte con gran centralización y unitarismo, no sólo en Roma sino también en el resto del Imperio.

Retrato del emperador Octavio Augusto velado. Mérida. s. I a.C.
Las principales características que aporta el arte romano como novedad son:
  • Es un arte al servicio de los gobernantes y con fuerte carácter propagandístico.
  • Arquitectura mucho más colosal, funcional y práctica.
  • Como elemento arquitectónico básico, se van a utilizar el arco, la bóveda y, por tanto, la cúpula.
  • Se va a crear el retrato en la escultura.
  • Roma fue la creadora del relieve histórico, continuo y narrativo.
  • Hay una constante búsqueda de la belleza.

El arte romano se puede dividir de forma similar a la historia del Imperio en tres periodos:
  • Periodo de la República: s. VI (hacia el 510) - 27 a.C.
  • Periodo de Augusto: la época clásica: 27 a.C. - 14 d.C.
  • Periodo imperial: dividido a su vez en:
    • De Tiberio a Trajano: 14 - 117
    • De Adriano a Alejandro Severo: 117 - 235
    • De Maximino a Constantino: 235 - 315
Ruinas de Pompeya (Italia)
2.1.    La arquitectura.

Las principales características de la arquitectura romana son: 
  1. Sigue los principios arquitectónicos marcados por Marco Vitruvio (arquitecto, ingeniero y escritor): utilitas (utilidad), firmitas (firmeza) y venustas (belleza). 
  2. Uso de elementos griegos. Adaptación de los órdenes griegos usados con libertad: da lugar al orden toscano, derivado del dórico, y al compuesto, orden mixto entre jónico y corintio. Utilización de elementos arquitrabados. 
  3. Empleo de elementos dinámicos: arco de medio punto, bóveda de cañón, cúpula semiesférica. El ábside como remate de la basílica. 
  4. Materiales baratos y sólidos para las estructuras (interior o partes no visibles): ladrillo, hormigón (mezcla de cal y cantos rodados) y revestimientos nobles y columnas de mármol (exterior o partes visibles). 
  5. Se emplean diferentes sistemas de aparejo: cuadratum, incertum, reticulatum...
Bóveda en las termas de Pompeya, Italia.
La ciudad: 

Diferenciamos dos tipos de ciudades: coloniae o de nueva fundación o municipia o sobre enclaves existentes. Para su trazado se inspiran en los campamentos militares. Trazan dos vías principales de referencia: el decumanus (dirección este-oeste) y el cardus (dirección norte-sur), que originan cuatro puertas de acceso y un cruce en la zona central, donde se siúta el foro. Partiendo de esas dos arterias, surgen otras calles secundarias.
Maqueta de la reconstrucción de la antigua Roma
Las principales construcciones urbanas son las siguientes:

A.- El foro: Es el centro urbano, político, judicial, religioso, comercial y hasta social. Situaado en la intersección entre el cardus y el decumanus, es una plaza pavimentada, porticada y adornada con monumentos conmemorativos (arcos, columnas...). Destacan en Roma los foros de los emperadores Augusto y Trajano. 

Ruinas actuales de los Foros de Roma
B.- El Templo: Derivado del modelo griego, tiene la particularidad de estar elevado sobre un podium y de disponer de una sola escalinata de acceso. Son muy sobrios, sin alardes estéticos. Ejemplos: Templo de la Fortuna Viril: de orden jónico, pseudoperíptero y tetrástilo. Roma, siglo I a. C.; Templo de la Maison Carré: de orden corintio, pseudoperíptero y hexástilo. Nimes (Francia). Siglo I a. C.; Templo de Vesta. Planta circular, corintio y períptero. Roma, siglo IV.;  Panteón de Agripa: de pronaos octástilo, orden corintio; naos circular, rematada por una gran cúpula semiesférica de 43 m. de altura y diámetro, realizada con materiales ligeros y decorada con casetones. Tiene un óculo de 9 m. de diámetro. El templo fue comenzado por Agripa en el siglo I a. C. y reconstruida por Adriano en el siglo II. 

Templo romano de Augusto y Livia. Vienne (Francia)

C.- La Basílica: Edificio original romano, destinado a asuntos judiciales y comerciales. Planta rectangular con tres naves, la central abovedada y sobresaliente en altura, está rematada por un ábside. Es el origen de la basílica cristiana. Destaca la de Magencio en Roma. 

Basílica de Magencio. Roma.
D.- Las Termas: Son los baños públicos y tienen una función social. Constan de apodyterium (vestuario), frigidarium (baños fríos), tepidarium (baños templados), caldarium (baños calientes), disponían de una calefacción por calderas (hypocaustum) y de dependencias múltiples: gimnasio, biblioteca, zona de esparcimiento... Destacaron las termas de Caracalla en Roma. En Gijón, se han encontrado importantes restos de un complejo termal en el Campo Valdés (Cimadevilla). 

Ruinas de las Termas de Caracalla. Roma.

Las viviendas: 

Las domus o casa romana consta de: vestibulum, entrada. Atrium, patio central semicubierto y porticado, con un estanque central (compluvium) al que vierte la lluvia que cae sobre el tejado a cuatro aguas (impluvium). Cubiculae o dormitorios. Tablinium o sala de estar. Triclinium o comedor. Peristilum o patio trasero, porticado y columnado. Las insulae eran las viviendas de varios pisos de altura para la población menos pudiente.

Maqueta de una insulae romana.

Construcciones para espectáculos:

A.- Teatro: Deriva del griego, tiene ciertos rasgos propios: puede aparecer exento (Teatro de Marcelo), el graderío es semicircular y también su orchestra. En su concepción mezcla elementos griegos adintelados con arcos y bóvedas. Partes: Gradería o cavea. Se distribuye en sectores según el grupo social: ima, media y summa. La orchestra para el coro y los músicos. Es semicircular. Pulpitum o escenario. Estaría entarimado. Frons scenae o frente escénico. Con varios cuerpos de columnas. Destaca el de Mérida en las provincias y el de Marcelo en Roma. 

Teatro romano de Mérida.

B.- Anfiteatro (dos teatros): Espacio ovalado y cerrado. Estaban destinados a espectáculos cruentos y morbosos: gladiatores, venationes y naumaquias. Se componen de graderíos o caveas, arena entarimada para los espectáculos, bajo la cual hay pasillos y dependencias. Destaca el Coliseo (siglo I) en cuya fachada combina arcadas de los diferentes órdenes griegos, disponía de un toldo o velarium. Albergó a 50.000 espectadores. 

Anfiteatro romano de Tarragona.
C.- Circo: Es el edificio más grande, procede del estadio griego. Estaba destinado a carreras de bigas (carros tirados por dos caballos), trigas (carros tirados por tres caballos y cuádrigas (carros tirados por cuatro caballos), a pie, exhibiciones ecuestres, etc. Su planta es rectangular y consta de graderío, en cuyos fondos se disponen la porta triunfalis (de los vencedores) y la porta pompae. En el centro de la arena hay una espina central con obeliscos, estanques, estatuas..., alrededor de la cual se celebraban las competiciones. En uno de los fondos están las carceres o cuadras para caballos. Destacando el Circo Máximo de Roma, con una aforo de 150.000 personas sentadas y otras tantas de pie. 

Circo romano de Mérida

Construcciones conmemorativas:

A.- Arcos de Triunfo: De creación romana, se localizaban en las entradas de los foros, en los puentes, vías principales, etc. Servían para glorificar la figura de personajes, por lo general emperadores. Los hay de un solo vano o arco (el de Tito, en Roma; Bará, en Roda de Bará, Tarragona) , de tres (el de Constantino, en Roma; Medinaceli, en la provincia de Soria) o de cuatro (el de Cáparra, Cáceres). El arco se dispone sobre un pedestal y presenta un ático o entablamento en el que se esculpían relieves o inscripciones alusivas al personaje`(victorias en batallas). 

Arco de Bará. Roda de Bará, Tarragona.
B.- Columnas conmemorativas: Se asientan sobre un podio y todo el fuste (algunos de más de 30 mts.) estaba decorado con relieves conmemorativos . Destaca la de Trajano, con casi de 800 mts de relieves secuenciados. 

Detalle de la Columna Trajana. Roma.

Construcciones de ingeniería:

A.- Acueductos: Destinados a abastecer de agua a la ciudad, traída de pantanos situados a varios kilómetros. Se estructuran a través de sucesiones de arcos de medio punto para salvar el desnivel del terreno. Tienen un canal central. Destacan del Acueducto de Segovia, de Los Milagros en Mérida y el de Tarragona. 

Acueducto romano de Los Milagros. Mérida.
C.- Puentes:  Para salvar corrientes de aguas. El de Alcántara, sobre el Tajo, tiene un arco de triunfo en su centro. El Pont du Gard en Francia es acueducto y puente a la vez. 

Puente romano  de Alcántara sobre el río Tajo. Cáceres.

D.- Calzadas: Son las vías de comunicación romanas. Se disponían sobre itinerarios que constituía toda una red de transmisión. Tiene varias partes: una solera de tierra fina y pisada, sobre ella bloques más o menos regulares y sobre ellos una capa de piedras redondeadas de río y unidas con argamasa. Destacaremos la Vía de la Plata que unía Mérida con Astorga, y cuya prolongación con la costa, podría haber llegado hasta Gijón.

Calzada romana de la Fuenfría (Madrid-Segovia)

2.2.    La escultura:

La escultura romana tiene su origen en la griega, y también como en ella, existe un importante capítulo helenístico integrado por los artistas griegos o romanos formados en Grecia y establecidos en Italia, que trabajan en el estilo de su época o que se ciñen a imitar o copiar los modelos de épocas anteriores.

Sin embargo, no habrá que desdeñar el influjo etrusco sobre la escultura romana. Si Grecia dejó sentir su huella en el sentido de una idealización del retrato, lo que éste tenga de más realista habrá que ponerlo fundamentalmente en el haber de los etruscos.

Loba Capitolina (h. 470 a. C.).
Los escultores romanos trabajaron principalmente el mármol, muy abundante en Italia; fundieron muchas esculturas en bronce, de pequeño o gigantesco tamaño, pero puede decirse que todos los materiales fueron tallados por ellos, desde la madera a las piedras más duras y ricas. En técnica escultórica nadie aventajó a los romanos, que se sirvieron del trépano para las labores más profundas (sobre todo el tratamiento del cabello).

El tema predilecto de la escultura romana es el hombre. El hombre siempre aparece concebido en función de su categoría social. Sin embargo, los escultores romanos no se preocupan por el cuerpo humano embellecido, como los griegos. El artista no imagina o crea formas ideales, ya que su misión es seguir la naturaleza. 

Emperador Octavio Augusto. Roma


Otra característica muy importante es el anonimato del artista que es considerado un funcionario. Hace estatuas y relieves históricos no para lucir su estilo, sino para honrar a las autoridades. Los romanos admiran las obras, pero desprecian a quienes las realizan, de ahí el anonimato de los artistas y la inutilidad de estudiar la escultura romana por individualidades artísticas.

El retrato y el relieve histórico:

El retrato es, probablemente, el género preferido en Roma. Se origina en el culto familiar a los antepasados, manes, más que en el culto funerario, aunque luego estas imágenes vayan destinadas a la tumba. Respecto a las que van al cementerio, se mantuvo durante mucho tiempo la tradición de figuras genéricas con escasos signos de individualización. Existen numerosos ejemplos de cipos en las necrópolis y vías de enterramiento, siempre partiendo de que la costumbre del retrato sobre la tumba es muy tardía. Las imágenes de los antepasados muertos iban destinadas al larario o armario que se conservaba en la vivienda familiar.

Retrato de una romana. Museo del Prado, Madrid


La mayoría de retratos romanos que han llegado firmados por sus autores -unos cuarenta- lo han sido por artistas griegos y lo están en lengua griega. Pero si los artistas griegos aportaron su técnica y destreza, los romanos impusieron su afición al retrato fisonómico, descriptivo, realista y veraz. Impusieron, como clientes que pagaban, sus gustos a los artistas.

El ius imaginum pertenecía, según Polibio, sólo a las familias patricias, que usaban el retrato como culto familiar y funerario, pero este derecho se va abriendo paso entre las clases medias y plebeyas, que lo mantendrán durante más tiempo. Mientras los patricios fueron los únicos en ser admitidos a las magistraturas ordinarias, ellos solos poseyeron el ius imaginum; después se extendió el derecho a las familias plebeyas.

A lo largo del tiempo hay una variación en la forma del retrato. Se cultiva de cuerpo entero, de pie, sedente y ecuestre, o sólo de la parte superior. Hasta tiempos de Octavio el busto sólo comprende hasta el cuello. En el siglo I se va alargando hasta comprender ya parte del pecho y los hombros. A fines de la centuria siguiente se esculpen ya retratos de media figura.

Emperador Marco Ulpio Trajano. Museo del Louvre, Paris.


La corriente idealista será patente en la época de Augusto. Sus retratos testimonian el aspecto que debe tener un gobernante perfecto: a los ojos de los romanos, Augusto tenía que aparecer como un gobernante inteligente, bueno y poderoso. Esto significa unas dotes nada comunes. Pese a su edad, la vejez no puede asomar al rostro, pues sería indicio de decadencia, cuando las energías abandonan al hombre. De ahí esa joven edad madura con que habitualmente se le representa.

Después de la muerte de Augusto, aparece un nuevo tipo de retrato, en el que se presenta al emperador semidesnudo y coronado de laurel. El último paso en esta marcha ascendente hacia la divinización es figurarle con atributos divinos, tan excelsos como el águila del padre de los dioses. A esta época pertenecen los retratos de  Tiberio y Claudio.

El retrato con peinado bajo, con pequeños mechones irregularmente dispuestos sobre la frente, perdura hasta Trajano. La barba se generaliza a partir de Adriano. El retrato más importante de tiempos de este emperador es el de Antinoo, el joven de Bitinia que, formando parte de su séquito, para evitar la fatal desgracia que amenaza al emperador, se suicida arrojándose al Nilo.

De las emperatrices, aunque sólo algunas tienen actividad pública señalada, existen hermosos retratos, y, como en el caso de los emperadores, sirven de jalones para conocer la evolución del retrato femenino, en el que el peinado es factor aún más valioso. Destacan los de Livia, mujer de Augusto.

Retrato de la emperatriz Livia.


Aunque en la actualidad son monocromos, los retratos romanos se policroman hasta el siglo II. Al imponerse en esa fecha la monocromía y quedar el globo del ojo en blanco, se inicia la costumbre de rehundir la parte de la pupila.

En cuanto al relieve histórico, su origen hay que buscarlo en la costumbre de conmemorar el triunfo guerrero de un capitán y en el deseo de eternizar en la piedra estos triunfos guerreros. Los romanos van a utilizar el relieve histórico en diversos monumentos: en los altares, en los arcos de triunfo, en las columnas conmemorativas y en los sarcófagos funerarios.

A lo largo del tiempo, los romanos van a ir perfeccionando esta técnica: al término de la República se generaliza un tipo de relieve de origen helenístico en el que se recurre a efectos pictóricos como la perspectiva y otros efectos de profundidad.

La obra capital del relieve histórico pictórico es el Ara Pacis de Augusto, en el que se representa la procesión de la familia imperial para hacer la ofrenda para la paz creada por el emperador. Este gran friso alargado nos hace recordar el gran friso de las Panateneas del Partenón ateniense, aunque aquí, las figuras son más realistas y caminan con mayor naturalidad.

Ara Pacis Agustae


Posteriormente, los relieves del arco de Tito nos ofrecen un tratamiento plástico que da mayor ilusión de profundidad. En la Columna Trajana se avanza en el tratamiento compositivo y en la representación de tipos más realistas y populares, alejados del idealismo helénico.

En cuanto a los relieves de los sarcófagos, en un principio se solía colocar un medallón al frente con el retrato del difunto, denotando una clara herencia etrusca, pero posteriormente se tendió a la composición continua con temas míticos relacionados con la ultratumba. Más tarde, esta superficie frontal se repartirá en espacios separados mediante columnas, fórmula ésta que será adoptada por los cristianos. 

Sarcófago romano de Portonaccio. Roma.

2.3.    La pintura y el mosaico.

La pintura romana:

Las pinturas se hallaban en las paredes de las casas de los romanos más adinerados, generalmente se trata de “pintura al fresco”, aunque también está documentada la “pintura sobre tabla”.

Pintura romana en Pompeya (Italia).
La pintura romana tuvo como precedentes los frescos de las cámaras funerarias etruscas y la pintura griega y llegará a alcanzar un gran desarrollo. Sin embargo, los restos conservados son mínimos y casi se reducen a los encontrados en las excavaciones de Pompeya y Herculano, donde los historiadores han establecido cuatro estilos (Estilos Pompeyanos):

  • Primer estilo o de incrustación (siglos II a.C. y I a.C.): El más antiguo, imita revestimientos de mármoles.
  •  Segundo estilo, arquitectónico o de perspectiva (del siglo I a.C. al I d.C.): Los muros se adornan con representaciones arquitectónicas fingidas e intentos de perspectiva; también se introducen temas figurados, paisajes y bodegones.
  • Tercer estilo, ornamental o de paredes reales (contemporáneo del anterior): Se caracteriza por poner los elementos arquitectónicos en primer plano, subrayando el muro y haciendo un efecto de ventana. Las arquitecturas que aparecen son fantásticas, introduciéndose guirnaldas y amorcillos en escenas generalmente amarillas sobre fondos oscuros.
  •  Cuarto estilo o de iluminismo arquitectónico (siglo I d.C.): En él se retoma la perspectiva del segundo período pero se usan más colores y más elementos decorativos, introduciéndose formas arquitectónicas muy diversas, recuadros con escenas mitológicas y paisajes imaginarios. 

La Pintura Sobre Tabla: La pintura sobre tabla debió ser habitual, como ocurría en Grecia, pero al tratarse de materiales perecederos no se ha conservado, salvo casos excepcionales, como los Retratos de El Fayum, de una necrópolis egipcia del siglo II. Estos retratos representan, muy a menudo, a personas jóvenes, en muchos casos se ha comprobado que más jóvenes que los difuntos, por lo que debían ser retratos que el fallecido se había hecho en vida.

Retrato de un romano. El Fayum (Egipto)

El mosaico:

El mosaico era la decoración lograda por medio de pequeñas piezas de piedra, terracota o vidrio (las teselas), con las que se formaban decoraciones de motivos geométricos o figurados. Se utilizaban para la decoración de los suelos, aunque en algunos casos, en viviendas de extrema riqueza, aparece en las paredes.

Los motivos decorativos son muy variados. Suelen tener una greca en el borde que enmarca el motivo principal que suele estar en el centro, éste es el emblema. Encontramos varios tipos, dependiendo del tamaño de las teselas:  

  • Opus Sectile: El más rudimentario, imita labores de mármoles o piedra mediante grandes piezas, fragmentos de distinto tamaño de mármol que se acoplan formando un dibujo de tema figurativo o composiciones geométricas (círculos, cuadrados, formando diferentes composiciones).
  •  Opus Tesellatum: Cuando el tamaño de las teselas es superior a 1 cm. Mediante estas pequeñas tesellas, se forman escenas, desarrollando verdaderas composiciones pictóricas.
  •  Opus Vermiculatum: Cuando el tamaño de las teselas es inferior a 1 cm. El mosaico se concibe en este caso como una simple imitación de la pintura, buscándose un acercamiento a los efectos que consigue el pintor con su pincel. Para ello se utilizan cubos sumamente reducidos (de unos pocos milímetros de arista) y se buscan las máximas gradaciones de color.
Mosaico romano en la villa de La Olmeda (Palencia)