UND. 4 - ARTE GRIEGO Y ROMANO.
1. EL ARTE EN GRECIA.
2. EL ARTE ROMANO.
El mundo griego fue fundamental para el desarrollo del arte romano junto a las aportaciones de la cultura etrusca. Sin embargo, también tuvo una indiscutible personalidad, manifestada principalmente en la arquitectura.
2.1. La arquitectura.
Las principales características de la arquitectura romana son:
El Arte Griego marca un referente para la
civilización occidental que perdurará hasta nuestros días. Los modelos griegos
de la antigüedad son tenidos como clásicos y los cánones escultóricos y los
estilos arquitectónicos han sido recreados una y otra vez a lo largo de la
historia de Occidente.
1.1. La arquitectura.
El templo fue, sin lugar a dudas, uno de los legados más importantes
de la arquitectura griega a
occidente. Era de una forma bastante
simple: una sala rectangular a
la que se accedía a través de un pequeño
pórtico (pronaos) y cuatro columnas que sostenían un techo bastante
similar al actual tejado a dos aguas. En los comienzos éste fue el esquema que
marcó los cánones.
Del perfeccionamiento de esta
forma básica se configuró el templo griego tal y como hoy lo conocemos. En sus
comienzos, los materiales utilizados eran el adobe para los muros y la madera
para las columnas. Pero a partir del siglo VII a.C. (período arcaico), éstos
fueron reemplazados por la piedra,
lo que permitió el agregado de una nueva
hilera de columnas en el exterior (peristilo), y con lo que la construcción
ganó en monumentalidad.
Entonces surgieron los primeros órdenes arquitectónicos: el "dórico", al sur, en las costas del Peloponeso y el "jónico", al este. Los templos dóricos eran más bien bajos y macizos. Las gruesas columnas carecían de base y el fuste era acanalado. El capitel, muy simple, terminaba en una moldura llamada equino. Las columnas sostenían un entablamento (sistema de cornisas) compuesto por un arquitrabe (zona inferior) y un friso de tríglifos (decoración acanalada) y metopas.
La construcción jónica, de mayores dimensiones, descansaba sobre una doble hilera de columnas, algo más estilizadas, también de fuste acanalado y con un sólido basamento. El capitel culminaba en dos gráciles volutas y los frisos se hallaban decorados con relieves. Más adelante, en el período clásico ( siglos V y IV a. C. ), la arquitectura griega arribó a su máximo apogeo. A los dos órdenes ya conocidos se sumó el "corintio", con su típico capitel terminado en hojas de acanto .
Las formas se estilizaron aún más
y se agregó una tercera hilera de columnas. El Partenón de Atenas es la más clara ilustración de este brillante
período arquitectónico griego.
En tiempos de la dominación helénica (siglo III a. C.) la construcción, que conservó las formas básicas del clasicismo, alcanzó el punto máximo de la fastuosidad. Columnas de capiteles ricamente ornados sostenían frisos trabajados en relieve de una elegancia y factura insuperable.
Partenón. Acrópolis de Atenas. |
Entonces surgieron los primeros órdenes arquitectónicos: el "dórico", al sur, en las costas del Peloponeso y el "jónico", al este. Los templos dóricos eran más bien bajos y macizos. Las gruesas columnas carecían de base y el fuste era acanalado. El capitel, muy simple, terminaba en una moldura llamada equino. Las columnas sostenían un entablamento (sistema de cornisas) compuesto por un arquitrabe (zona inferior) y un friso de tríglifos (decoración acanalada) y metopas.
La construcción jónica, de mayores dimensiones, descansaba sobre una doble hilera de columnas, algo más estilizadas, también de fuste acanalado y con un sólido basamento. El capitel culminaba en dos gráciles volutas y los frisos se hallaban decorados con relieves. Más adelante, en el período clásico ( siglos V y IV a. C. ), la arquitectura griega arribó a su máximo apogeo. A los dos órdenes ya conocidos se sumó el "corintio", con su típico capitel terminado en hojas de acanto .
Cariátides en el Erecteón. Acrópolis de Atenas. |
En tiempos de la dominación helénica (siglo III a. C.) la construcción, que conservó las formas básicas del clasicismo, alcanzó el punto máximo de la fastuosidad. Columnas de capiteles ricamente ornados sostenían frisos trabajados en relieve de una elegancia y factura insuperable.
1.2. La escultura.
Las primeras esculturas griegas
(siglo IX a. C.) fueron pequeñas figuras
humanas hechas en materiales muy maleables tales como la arcilla, el marfil
o la cera. No fue hasta el período arcaico (siglos VII y VI a. C.) que los
griegos comenzaron a trabajar la piedra. Los motivos más comunes de las
primeras obras eran sencillas estatuas de muchachos
(kouros) y muchachas (korés).
De formas lisas y redondeadas, estas
figuras plasmaban en la piedra una belleza
ideal.
Estas figuras guardaban una gran
similitud con las esculturas egipcias que habían servido de modelo. Con la
llegada del clasicismo ( siglos V y
IV a. C. ), la estatuaria griega fue tomando un carácter propio y abandonó
definitivamente los primitivos patrones orientales. Gracias al estudio de las proporciones se pudo copiar
fielmente la anatomía humana y los rostros ganaron definitivamente en
expresividad y realismo.
Se introdujo el concepto de "contrapposto",
posición por la cual la escultura se apoyaba totalmente sobre una pierna,
dejando la otra libre, y el principio del dinamismo cobró forma en las
representaciones de atletas en plena acción. Algunos de los grandes artistas
del clasicismo fueron Policleto, Mirón, Praxíteles
y Fidias, aunque tampoco se puede dejar de mencionar a Lisipo, que intentando plasmar las verdaderas facciones del rostro,
logró los primeros retratos.
Durante el período helenístico (siglo III a. C.) se enfatizaron y sofisticaron las formas heredadas del clasicismo.
Así, producto de esta recepción, surgieron obras de inigualable monumentalidad
y belleza, como "El coloso de
Rodas", de treinta y dos metros de altura. Cabe aclarar, que tanto por
su función religiosa como decorativa, la escultura se hallaba estrechamente
ligada a la arquitectura. Así lo evidencian los trabajos estatuarios de las
fachadas, columnas e interior de los templos.Grupo de Laocoonte y sus hijos |
1.3. La pintura y la cerámica.
Para hablar de la pintura griega es necesario hacer
referencia a la cerámica, ya que
precisamente en la decoración de ánforas, platos y vasijas, cuya
comercialización era un negocio muy productivo en la antigua Grecia, fue donde
pudo desarrollarse este arte.
Al comienzo los diseños eran elementales formas geométricas -de ahí la
denominación de geométrico que recibe
este primer período ( siglos IX y VIII a. C. )- que apenas se destacaban
sobre la superficie.
Vaso de cerámica griega del período geométrico. |
Con el correr del tiempo, éstas
se fueron enriqueciendo progresivamente hasta cobrar volumen. Aparecieron,
entonces, los primeros dibujos de
plantas y animales enmarcados por guardas denominadas "meandros".
En un próximo paso, ya en el período arcaico
( siglos VII y VI a. C. ), se incluyó la figura
humana, de un grafismo muy estilizado. En medio de las nuevas tendencias
naturalistas, ésta cobró mayor importancia al servicio de la representaciones mitológicas.
Las escenas se organizaron en
franjas horizontales paralelas que permitían su lectura girando la pieza de
cerámica. Con el reemplazo del punzón por el pincel los trazados se volvieron
más exactos y detallistas. Las piezas de cerámica pintadas comienzan a
experimentar una notable decadencia
durante el clasicismo (siglos IV y V a. C.) para resurgir triunfantes en el
período helenístico (siglo III),
totalmente renovadas, plenas de color y
ricamente decoradas.
Firma del famoso pintor griego Sófilos: Sófilos m' egrafsen (Sófilos me pintó) |
2. EL ARTE ROMANO.
El mundo griego fue fundamental para el desarrollo del arte romano junto a las aportaciones de la cultura etrusca. Sin embargo, también tuvo una indiscutible personalidad, manifestada principalmente en la arquitectura.
Posteriormente
el arte romano repercutirá enormemente en las culturas occidentales, siendo la
base cultural de Occidente hasta nuestros días.
El arte
en Roma se puso al servicio de nuevas necesidades. Esto explica el nacimiento
de nuevas manifestaciones y también la aparición de un arte con gran
centralización y unitarismo, no sólo en Roma sino también en el resto del
Imperio.
Las principales características que aporta
el arte romano como novedad son:
El arte romano se puede dividir de forma similar a la historia del Imperio en tres periodos:
Retrato del emperador Octavio Augusto velado. Mérida. s. I a.C. |
- Es un arte al servicio de los gobernantes y con fuerte carácter propagandístico.
- Arquitectura mucho más colosal, funcional y práctica.
- Como elemento arquitectónico básico, se van a utilizar el arco, la bóveda y, por tanto, la cúpula.
- Se va a crear el retrato en la escultura.
- Roma fue la creadora del relieve histórico, continuo y narrativo.
- Hay una constante búsqueda de la belleza.
El arte romano se puede dividir de forma similar a la historia del Imperio en tres periodos:
- Periodo de la República: s. VI (hacia el 510) - 27 a.C.
- Periodo de Augusto: la época clásica: 27 a.C. - 14 d.C.
- Periodo imperial: dividido a su vez en:
- De Tiberio a Trajano: 14 - 117
- De Adriano a Alejandro Severo: 117 - 235
- De Maximino a Constantino: 235 - 315
Ruinas de Pompeya (Italia) |
Las principales características de la arquitectura romana son:
- Sigue los principios arquitectónicos marcados por Marco Vitruvio (arquitecto, ingeniero y escritor): utilitas (utilidad), firmitas (firmeza) y venustas (belleza).
- Uso de elementos griegos. Adaptación de los órdenes griegos usados con libertad: da lugar al orden toscano, derivado del dórico, y al compuesto, orden mixto entre jónico y corintio. Utilización de elementos arquitrabados.
- Empleo de elementos dinámicos: arco de medio punto, bóveda de cañón, cúpula semiesférica. El ábside como remate de la basílica.
- Materiales baratos y sólidos para las estructuras (interior o partes no visibles): ladrillo, hormigón (mezcla de cal y cantos rodados) y revestimientos nobles y columnas de mármol (exterior o partes visibles).
- Se emplean diferentes sistemas de aparejo: cuadratum, incertum, reticulatum...
Diferenciamos dos
tipos de ciudades: coloniae o de nueva fundación o municipia o sobre enclaves
existentes. Para su trazado se inspiran en los campamentos militares. Trazan dos vías principales de referencia: el decumanus (dirección este-oeste) y el cardus
(dirección norte-sur), que originan cuatro puertas de acceso y un cruce
en la zona central, donde se siúta el foro. Partiendo de esas
dos arterias, surgen otras calles secundarias.
Las principales construcciones urbanas son las siguientes:
A.- El
foro: Es el
centro urbano, político, judicial, religioso, comercial y hasta social.
Situaado en la intersección entre el cardus y el decumanus, es
una plaza pavimentada, porticada y adornada con monumentos conmemorativos
(arcos, columnas...). Destacan en Roma los foros de los emperadores Augusto y
Trajano.
B.- El Templo: Derivado
del modelo griego, tiene la particularidad de estar elevado sobre un podium y
de disponer de una sola escalinata de acceso. Son muy sobrios, sin alardes
estéticos. Ejemplos: Templo de
la Fortuna Viril: de orden jónico, pseudoperíptero y tetrástilo. Roma,
siglo I a. C.; Templo de
la Maison Carré: de orden corintio, pseudoperíptero y hexástilo.
Nimes (Francia). Siglo I a. C.; Templo de
Vesta. Planta circular, corintio y períptero. Roma, siglo
IV.; Panteón
de Agripa: de pronaos octástilo, orden corintio; naos circular,
rematada por una gran cúpula semiesférica de 43 m. de altura y diámetro,
realizada con materiales ligeros y decorada con casetones. Tiene un óculo de 9
m. de diámetro. El templo fue comenzado por Agripa en el siglo I a. C. y
reconstruida por Adriano en el siglo II.
C.- La Basílica: Edificio
original romano, destinado a asuntos judiciales y comerciales. Planta
rectangular con tres naves, la central abovedada y sobresaliente en altura,
está rematada por un ábside. Es el origen de la basílica cristiana. Destaca la
de Magencio en Roma.
D.- Las Termas: Son los
baños públicos y tienen una función social. Constan de apodyterium
(vestuario), frigidarium (baños fríos), tepidarium (baños
templados), caldarium (baños calientes), disponían de una calefacción
por calderas (hypocaustum) y de dependencias múltiples: gimnasio,
biblioteca, zona de esparcimiento... Destacaron las termas de Caracalla en
Roma. En Gijón, se han encontrado importantes restos de un complejo termal en el Campo Valdés (Cimadevilla).
Las
viviendas:
Las domus
o casa romana consta de: vestibulum, entrada. Atrium, patio
central semicubierto y porticado, con un estanque central (compluvium)
al que vierte la lluvia que cae sobre el tejado a cuatro aguas (impluvium).
Cubiculae o dormitorios. Tablinium o sala de estar. Triclinium
o comedor. Peristilum o patio trasero, porticado y columnado. Las insulae eran las viviendas de varios pisos de altura para la población menos pudiente.
Construcciones
para espectáculos:
A.- Teatro: Deriva
del griego, tiene ciertos rasgos propios: puede aparecer exento (Teatro de
Marcelo), el graderío es semicircular y también su orchestra. En su concepción
mezcla elementos griegos adintelados con arcos y bóvedas. Partes: Gradería o cavea. Se distribuye en sectores
según el grupo social: ima, media y summa. La orchestra
para el coro y los músicos. Es semicircular. Pulpitum o
escenario. Estaría entarimado. Frons
scenae o frente escénico. Con varios cuerpos de columnas. Destaca
el de Mérida en las provincias y el de Marcelo en Roma.
B.- Anfiteatro (dos teatros): Espacio ovalado y cerrado. Estaban destinados a espectáculos cruentos y morbosos: gladiatores,
venationes y naumaquias. Se componen de graderíos o caveas, arena
entarimada para los espectáculos, bajo la cual hay pasillos y dependencias.
Destaca el Coliseo (siglo I) en cuya fachada combina arcadas de los diferentes
órdenes griegos, disponía de un toldo o velarium. Albergó a 50.000
espectadores.
C.- Circo: Es
el
edificio más grande, procede del estadio griego. Estaba destinado a
carreras de bigas (carros tirados por dos caballos), trigas (carros
tirados por tres caballos y cuádrigas (carros tirados por cuatro
caballos), a pie, exhibiciones ecuestres, etc. Su planta es rectangular
y consta de graderío, en cuyos fondos se disponen la porta triunfalis
(de los vencedores) y la porta pompae. En el centro de la arena hay una espina
central con obeliscos, estanques, estatuas..., alrededor de la cual se
celebraban las competiciones. En uno de los fondos están las carceres o
cuadras para caballos. Destacando el Circo Máximo de Roma, con una aforo de
150.000 personas sentadas y otras tantas de pie.
Construcciones
conmemorativas:
A.- Arcos de
Triunfo: De creación
romana, se localizaban en las entradas de los foros, en los puentes, vías
principales, etc. Servían para glorificar la figura de personajes, por lo
general emperadores. Los hay de un solo vano o arco (el de Tito, en Roma; Bará, en Roda de Bará, Tarragona) , de
tres (el de Constantino, en Roma; Medinaceli, en la provincia de Soria) o de cuatro (el de Cáparra, Cáceres).
El arco se dispone sobre un pedestal y presenta un ático o entablamento en el
que se esculpían relieves o inscripciones alusivas al personaje`(victorias en
batallas).
B.- Columnas
conmemorativas: Se
asientan sobre un podio y todo el fuste (algunos de más de 30 mts.) estaba
decorado con relieves conmemorativos . Destaca la de Trajano, con casi de 800
mts de relieves secuenciados.
Construcciones
de ingeniería:
A.- Acueductos: Destinados
a abastecer de agua a la ciudad, traída de pantanos situados a varios
kilómetros. Se estructuran a través de sucesiones de arcos de medio punto para
salvar el desnivel del terreno. Tienen un canal central. Destacan del Acueducto
de Segovia, de Los Milagros en Mérida y el de Tarragona.
C.- Puentes: Para
salvar corrientes de aguas. El de Alcántara, sobre el Tajo, tiene un arco de
triunfo en su centro. El Pont du Gard en Francia es acueducto y puente a la
vez.
D.- Calzadas: Son las
vías de comunicación romanas. Se disponían sobre itinerarios que constituía
toda una red de transmisión. Tiene varias partes: una
solera de tierra fina y pisada, sobre ella bloques más o menos regulares y
sobre ellos una capa de piedras redondeadas de río y unidas con argamasa. Destacaremos
la Vía de la Plata que unía Mérida con Astorga, y cuya prolongación con la costa, podría haber llegado hasta Gijón.
Calzada romana de la Fuenfría (Madrid-Segovia) |
2.2. La escultura:
La escultura romana tiene su origen en la griega, y también como en
ella, existe un importante capítulo helenístico integrado por los artistas
griegos o romanos formados en Grecia y establecidos en Italia, que trabajan en el
estilo de su época o que se ciñen a imitar o copiar los modelos de épocas
anteriores.
Sin embargo, no habrá que desdeñar el influjo etrusco sobre la escultura romana. Si Grecia dejó sentir su huella en el sentido de una idealización del retrato, lo que éste tenga de más realista habrá que ponerlo fundamentalmente en el haber de los etruscos.
Los escultores romanos trabajaron
principalmente el mármol, muy
abundante en Italia; fundieron muchas esculturas en bronce, de pequeño o gigantesco
tamaño, pero puede decirse que todos los materiales fueron tallados por ellos,
desde la madera a las piedras más duras y ricas. En técnica escultórica nadie
aventajó a los romanos, que se sirvieron del trépano para las labores más profundas (sobre todo el tratamiento
del cabello).
Sin embargo, no habrá que desdeñar el influjo etrusco sobre la escultura romana. Si Grecia dejó sentir su huella en el sentido de una idealización del retrato, lo que éste tenga de más realista habrá que ponerlo fundamentalmente en el haber de los etruscos.
Loba Capitolina (h. 470 a. C.). |
El tema predilecto de la
escultura romana es el hombre. El hombre siempre aparece concebido en función de su categoría social.
Sin embargo, los escultores romanos no se preocupan por el cuerpo humano
embellecido, como los griegos. El artista no imagina o crea formas ideales, ya
que su misión es seguir la naturaleza.
Emperador Octavio Augusto. Roma |
Otra característica muy importante es el anonimato del artista que es
considerado un funcionario. Hace estatuas y relieves históricos no para lucir
su estilo, sino para honrar a las autoridades. Los romanos admiran las obras,
pero desprecian a quienes las realizan, de ahí el anonimato de los artistas y
la inutilidad de estudiar la escultura romana por individualidades artísticas.
El retrato y el relieve
histórico:
El retrato es, probablemente, el género
preferido en Roma. Se origina en el culto familiar a los antepasados, manes, más que en el culto funerario,
aunque luego estas imágenes vayan destinadas a la tumba. Respecto a las que van
al cementerio, se mantuvo durante mucho tiempo la tradición de figuras
genéricas con escasos signos de individualización. Existen numerosos ejemplos
de cipos en las necrópolis y vías de
enterramiento, siempre partiendo de que la costumbre del retrato sobre la tumba
es muy tardía. Las imágenes de los antepasados muertos iban destinadas al larario o armario que se conservaba en
la vivienda familiar.
Retrato de una romana. Museo del Prado, Madrid |
La mayoría de retratos romanos que han llegado
firmados por sus autores -unos cuarenta- lo han sido por artistas griegos y lo
están en lengua griega. Pero si los artistas griegos aportaron su técnica y
destreza, los romanos impusieron su afición al retrato fisonómico, descriptivo,
realista y veraz. Impusieron, como clientes que pagaban, sus gustos a los
artistas.
El ius imaginum pertenecía, según
Polibio, sólo a las familias patricias, que usaban el retrato como culto
familiar y funerario, pero este derecho se va abriendo paso entre las clases
medias y plebeyas, que lo mantendrán durante más tiempo. Mientras los patricios
fueron los únicos en ser admitidos a las magistraturas ordinarias, ellos solos
poseyeron el ius imaginum; después se
extendió el derecho a las familias plebeyas.
A lo largo del tiempo hay una variación en la
forma del retrato. Se cultiva de cuerpo entero, de pie, sedente y ecuestre, o
sólo de la parte superior. Hasta tiempos de Octavio el busto sólo comprende
hasta el cuello. En el siglo I se va alargando hasta comprender ya parte del
pecho y los hombros. A fines de la centuria siguiente se esculpen ya retratos
de media figura.
Emperador Marco Ulpio Trajano. Museo del Louvre, Paris. |
La corriente idealista será patente en la
época de Augusto. Sus retratos testimonian el aspecto que debe tener un
gobernante perfecto: a los ojos de los romanos, Augusto tenía que aparecer como
un gobernante inteligente, bueno y poderoso. Esto significa unas dotes nada
comunes. Pese a su edad, la vejez no puede asomar al rostro, pues sería indicio
de decadencia, cuando las energías abandonan al hombre. De ahí esa joven edad
madura con que habitualmente se le representa.
Después de la muerte de Augusto, aparece un
nuevo tipo de retrato, en el que se presenta al emperador semidesnudo y
coronado de laurel. El último paso en esta marcha ascendente hacia la
divinización es figurarle con atributos divinos, tan excelsos como el águila
del padre de los dioses. A esta época pertenecen los retratos de Tiberio y Claudio.
El retrato con peinado bajo, con pequeños
mechones irregularmente dispuestos sobre la frente, perdura hasta Trajano. La barba
se generaliza a partir de Adriano. El retrato más importante de tiempos de este
emperador es el de Antinoo, el joven de Bitinia que, formando parte de su
séquito, para evitar la fatal desgracia que amenaza al emperador, se suicida
arrojándose al Nilo.
De las emperatrices, aunque sólo algunas
tienen actividad pública señalada, existen hermosos retratos, y, como en el
caso de los emperadores, sirven de jalones para conocer la evolución del
retrato femenino, en el que el peinado es factor aún más valioso. Destacan los
de Livia, mujer de Augusto.
Retrato de la emperatriz Livia. |
Aunque en la actualidad son monocromos, los
retratos romanos se policroman hasta el siglo II. Al imponerse en esa fecha la
monocromía y quedar el globo del ojo en blanco, se inicia la costumbre de
rehundir la parte de la pupila.
En cuanto al relieve histórico, su origen hay que buscarlo en la costumbre de
conmemorar el triunfo guerrero de un capitán y en el deseo de eternizar en la piedra
estos triunfos guerreros. Los romanos van a utilizar el relieve histórico en
diversos monumentos: en los altares, en los arcos de triunfo, en las columnas
conmemorativas y en los sarcófagos funerarios.
A lo largo del tiempo, los romanos van a ir
perfeccionando esta técnica: al término de la República se generaliza un tipo
de relieve de origen helenístico en el que se recurre a efectos pictóricos como
la perspectiva y otros efectos de profundidad.
La obra capital del relieve histórico pictórico
es el Ara Pacis de Augusto, en el que se representa la procesión de
la familia imperial para hacer la ofrenda para la paz creada por el emperador.
Este gran friso alargado nos hace recordar el gran friso de las
Panateneas del Partenón ateniense, aunque aquí, las figuras son más
realistas y caminan con mayor naturalidad.
Ara Pacis Agustae |
Posteriormente, los relieves del arco de Tito nos ofrecen un
tratamiento plástico que da mayor ilusión de profundidad. En la Columna Trajana se avanza en el
tratamiento compositivo y en la representación de tipos más realistas y
populares, alejados del idealismo helénico.
En cuanto a los relieves de los sarcófagos, en un principio se solía colocar un
medallón al frente con el retrato del difunto, denotando una clara herencia
etrusca, pero posteriormente se tendió a la composición continua con temas
míticos relacionados con la ultratumba. Más tarde, esta superficie frontal se
repartirá en espacios separados mediante columnas, fórmula ésta que será
adoptada por los cristianos.
Sarcófago romano de Portonaccio. Roma. |
2.3. La pintura y el mosaico.
La pintura romana:
Las pinturas se hallaban en las paredes de las casas de los romanos más
adinerados, generalmente se trata de “pintura al fresco”, aunque también está
documentada la “pintura sobre tabla”.
La pintura romana tuvo como precedentes los frescos de las cámaras
funerarias etruscas y la pintura griega y llegará a alcanzar un gran
desarrollo. Sin embargo, los restos conservados son mínimos y casi se reducen a
los encontrados en las excavaciones de Pompeya y Herculano, donde los
historiadores han establecido cuatro estilos (Estilos Pompeyanos):
- Primer estilo o de incrustación (siglos II a.C. y I a.C.): El más antiguo, imita revestimientos de mármoles.
- Segundo estilo, arquitectónico o de perspectiva (del siglo I a.C. al I d.C.): Los muros se adornan con representaciones arquitectónicas fingidas e intentos de perspectiva; también se introducen temas figurados, paisajes y bodegones.
- Tercer estilo, ornamental o de paredes reales (contemporáneo del anterior): Se caracteriza por poner los elementos arquitectónicos en primer plano, subrayando el muro y haciendo un efecto de ventana. Las arquitecturas que aparecen son fantásticas, introduciéndose guirnaldas y amorcillos en escenas generalmente amarillas sobre fondos oscuros.
- Cuarto estilo o de iluminismo arquitectónico (siglo I d.C.): En él se retoma la perspectiva del segundo período pero se usan más colores y más elementos decorativos, introduciéndose formas arquitectónicas muy diversas, recuadros con escenas mitológicas y paisajes imaginarios.
La Pintura Sobre Tabla: La pintura sobre tabla debió ser habitual, como ocurría en Grecia, pero
al tratarse de materiales perecederos no se ha conservado, salvo casos
excepcionales, como los Retratos de El Fayum, de una necrópolis egipcia
del siglo II. Estos retratos
representan, muy a menudo, a personas jóvenes, en muchos casos se ha comprobado
que más jóvenes que los difuntos, por lo que debían ser retratos que el
fallecido se había hecho en vida.
El mosaico:
El mosaico era la decoración lograda por medio de pequeñas piezas de
piedra, terracota o vidrio (las teselas), con las que se formaban decoraciones
de motivos geométricos o figurados. Se utilizaban para la decoración de los
suelos, aunque en algunos casos, en viviendas de extrema riqueza, aparece en
las paredes.
Los motivos decorativos son muy variados. Suelen tener una greca en el
borde que enmarca el motivo principal que suele estar en el centro, éste es el
emblema. Encontramos varios tipos, dependiendo del tamaño de las teselas:
- Opus Sectile: El más rudimentario, imita labores de mármoles o piedra mediante grandes piezas, fragmentos de distinto tamaño de mármol que se acoplan formando un dibujo de tema figurativo o composiciones geométricas (círculos, cuadrados, formando diferentes composiciones).
- Opus Tesellatum: Cuando el tamaño de las teselas es superior a 1 cm. Mediante estas pequeñas tesellas, se forman escenas, desarrollando verdaderas composiciones pictóricas.
- Opus Vermiculatum: Cuando el tamaño de las teselas es inferior a 1 cm. El mosaico se concibe en este caso como una simple imitación de la pintura, buscándose un acercamiento a los efectos que consigue el pintor con su pincel. Para ello se utilizan cubos sumamente reducidos (de unos pocos milímetros de arista) y se buscan las máximas gradaciones de color.
Mosaico romano en la villa de La Olmeda (Palencia) |