UD 10 (I). LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES: MESOPOTAMIA.

LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES: MESOPOTAMIA. 

1.    Mesopotamia. 

La primera civilización de la historia se desarrolló en Oriente Próximo, en el territorio comprendido entre los ríos Tigris y Éufrates (actual Irak), región conocida como Mesopotamia. Esta región se divide en dos grandes partes: la Baja Mesopotamia o Caldea, al sur, habitada por sumerios y acadios, y la Alta Mesopotamia o Asiria, al norte, habitada por asirios.

Relieve asirio (Museo Británico).
Durante el tercer milenio antes de Cristo, la civilización se desa­rrolló al sur. Los sumerios se organizaron en ciudades-estado re­gidas por reyes-sacerdotes como Gudea. Alrededor del 2300 a.C., los acadios invadieron estas ciudades y crearon el Imperio aca­dio. En los siglos VIII y VII a.C., los asirios, pueblo guerrero del nor­te, impusieron su poder y crearon el Imperio asirio.

La vida de las primeras ciudades se organizaba alrededor del tem­plo, sede del poder religioso y político. A su alrededor se concentraban los palacios y viviendas, y, todo ello protegido por una importante muralla. Las casas se distribuían en barrios de callejas estrechas y trazado irregular.

El templo era el dueño de tierras que rodeaban la ciudad y talleres. Posteriormente, los reyes pasaron a controlar los diferentes reinos e imperios desde los palacios, donde había gran cantidad de funcionarios y sacerdotes. El título real era heredita­rio y se transmitía de padres a hijos.

La sociedad estaba muy jerarquizada. En lo más alto de la organización el rey y su familia, los sacerdotes, el ejército y los funcionarios y en lo más bajo el resto de población (campesinos y esclavos).

Patesi (rey) Gudea. Escultura sumeria.
En Mesopotamia surgió la escritura, como una forma de llevar registros de las cosechas, el ganado y los impuestos que debía pagar el campesinado. También se inventaron los códigos de leyes, como una forma de organización y convivencia de una vida cada vez más compleja, como era la urbana.

Tablilla cuneiforme
Los mesopotámicos eran politeístas. Sus dioses principales eran el cielo (An), la tierra (Ki) y el agua (Enki). Cada dios era un ele­mento de la naturaleza o profesión. Ninguna persona, ni siquiera el rey, era considerada un dios. Los templos eran la residencia de los dioses en la tierra. A veces los construían sobre una torre escalonada llamada zigurat. En ellas había gran cantidad de funcionarios que controlaban las vidas espiritual y terrena del pueblo.


Periodos históricos de Mesopotamia:


1.- Etapa Sumerio-Acadia (4000-2000 a.C.). Los sumerios desarrollaron la primera civilización histórica. Se establecieron en ciudades-estado o pequeños reinos, gobernadas por “patesis” (reyes). Las principales ciudades sumerias fueron: Ur, Uruk, Lagash y Nippur. Desecaron pantanos, abrieron canales de riego, establecieron la escritura cuneiforme e inventaron la ruda. Hacia el año 2400 a.C., los acadios invadieron Sumeria, fundando ciudades como Akkad y Babilonia. Sometieron a los sumerios y adoptaron su cultura.

Ruinas de Ur (Irak)
2.- Primer Imperio Babilónico (2000-1595 a.C.). Bajo el reinado de Hammurabi, Babilonia se convirtió en un importante foco político, económico y cultural. Hammurabi creó un imperio y se destacó como el primer legislador conocido, estableciendo un código normativo y jurídico (código de Hammurabi), el cual unificó las leyes de su imperio.

Código de Hammurabi ( 1760 a.C.)
3.- Imperio Asirio (1360-612 a.C.). Los asirios fueron un pueblo belicoso del norte de Mesopotamia, que impuso su dominio en toda la región. Tenían un poderoso ejército basado en arqueros, carros de combate, máquinas de asedio y armas de hierro. Entre sus principales gobernantes destacaron Sargón II, Senaquerib y Asurbanipal. Establecieron su capital en Ninive y desde allí ejercieron un cruel dominio sobre Mesopotamia y el Medio Oriente, lo que generó la rebelión de los babilonios, medos y persas, quienes destruyeron a los asirios.

Lammasu u hombre-toro alado. Arte asirio (Museo del Louvre, Paris).
4.- Imperio Neobabilónico (612-538 a.C.). Babilonia volvió a ser el centro político, financiero y artístico del Medio Oriente bajo el reinado de Nabucodonosor II. Este imperio caerá bajo el dominio de  los persas.

Puerta de Ishtar, Babilonia (Museo de Berlín).
5.- Imperio Persa (538-330 a.C.). Se fundó cuando los persas ocuparon toda la zona de Mesopotamia, ampliándolo hasta Egipto y Asia Menor. Sus reyes más importantes fueron Ciro el Grande, Darío I y Jerjes I.

Tumba de Ciro el grande (Irán).


El arte mesopotámico refleja al mismo tiempo la adaptación y el miedo de las gentes a las fuerzas naturales, así como sus conquistas militares.

En las ciudades de Mesopotamia, el templo fue el centro del comercio y la religión hasta que fue desbancado en importancia por el palacio real. 

Restos del zigurat de Ur.

El suelo de Mesopotamia proporcionaba el barro para los adobes que fueron el material constructivo más importante de esta civilización. Los mesopotámicos también cocieron esta arcilla para obtener terracota, con la que realizaron cerámica, esculturas y tablillas para la escritura.

Se conservan pocos objetos en madera. En la escultura emplearon basalto, arenisca, diorita y alabastro. También trabajaron algunos metales como el bronce, el cobre, el oro y la plata, así como nácar y piedras preciosas en las piezas más delicadas.

El arte de Mesopotamia abarca una tradición de 4.000 años con estilo aparentemente igual. Hasta la conquista por los persas en el siglo VI a.C. cada uno de los grupos que la habitó, hizo su propia contribución al arte mesopotámico. 

Detalle del friso de los arqueros reales (Susa).
La arquitectura de la Mesopotamia se sirvió en sus comienzos de los ladrillos de barro cocido, poco resistentes, lo que explica el alto grado de deterioro de las construcciones encontradas. Las obras más representativas de la construcción mesopotámica son los zigurats o templos en torre que datan de los primeros pueblos sumerios y que asirios y babilonios mantuvieron en lo formal. Éstos eran en realidad edificaciones superpuestas que conformaban especies de pirámides de lados escalonados dividida en varias cámaras. 

El zigurat de la ciudad de Ur es uno de los que mejor se ha conservado gracias a que después de su destrucción, por los acadios, el rey Nabucodonosor II lo mandó reconstruir. El templo constaba de siete plantas y en la terraza se encontraba el santuario. A la última planta se accedía por interminables y estrechas escalinatas que rodeaban los muros.

Capitel con cabezas de toro.
La arquitectura monumental aqueménida retomó las formas babilónicas y asirias con la monumentalidad egipcia y el dinamismo griego. Los primeros palacios de Pasargada de Ciro el Grande (559-530) poseían salas de doble hilera de columnas con capiteles en forma de cabeza de toro de influencia jónica. Para centralizar el poder, Darío (522-486) transformó en capitales administrativas y religiosas a Susa y Persépolis respectivamente. Sus palacios fueron los últimos testimonios de la arquitectura oriental antigua. 

En cuanto a las tumbas, los monarcas aqueménidas, que no siguieron la tradición zoroástrica de exponer sus cadáveres a las aves de rapiña, excavaron fastuosos monumentos funerarios en las rocas de montañas sagradas. Una de las más conocidas es la tumba de Darío I, en la ladera del monte Hussein-Kuh. Su fachada imita el portal de un palacio, y se halla coronada con el disco del dios Ahura Mazda. Este fue el modelo seguido posteriormente en las necrópolis.

Máscara de Sargón

Las primeras esculturas descubiertas en la Mesopotamia datan del 5000 a.C. y son en su mayoría figuras de barro muy similares a las de las Venus prehistóricas encontradas en el resto de Europa. En el milenio siguiente se refleja una estilización de las formas tendientes al naturalismo y se encuentran piezas en mármol tales como bustos, estelas conmemorativas y relieves. La más importante es la estela encontrada en Lagash, considerada la más antigua del mundo en cuanto que en ella aparece por primera vez la narración figurativa de una batalla.

Las estatuas más típicas son figuras de hombre o mujer de pie, llamados orantes, ataviados con largas túnicas con las manos tomadas a la altura del pecho, siendo la cara la parte más llamativa del conjunto por el relieve de los ojos normalmente realizados con piedra. En cuanto a los relieves, estos han sido de una importancia fundamental para comprender la historia, la iconografía religiosa y el ceremonial de los pueblos mesopotámicos.

Leona herida. Bajorrelieve asirio.

Existían varios tipos, entre ellos los esculpidos en la piedra y los realizados sobre ladrillos esmaltados como es el caso de los pocos restos encontrados de la famosa "Puerta de los dioses" (de hecho, eso significa Babilonia) y los de arcilla. Dependiendo del pueblo y de la ciudad los temas y los estilos variaban: durante las dinastías acadia y persa la temática era la narración de la victoria de los reyes, mientras que en tiempos de los babilonios se preferían las representaciones de las divinidades o de las tareas cotidianas del pueblo.

Estandarte real de Ur
La orfebrería mesopotámica constituye uno de los hallazgos más interesantes de las excavaciones de tumbas reales y templos. El trabajo de los metales era una de las actividades artísticas más importantes en los pueblos mesopotámicos. Si bien la mayoría de las tumbas fueron saqueadas por los ciudadanos de sucesivos asentamientos poblacionales, que descubrían los tesoros cavando para construir sus casas. Algunos, han llegado intactos hasta hoy, como el tesoro de los reyes de Ur.

Entre los valores más preciados de este tesoro se cuenta el tocado de una de las sesenta y cuatro cortesanas enterradas en el sepulcro real, de una suntuosidad y un diseño exquisito, en el que finísimas láminas de oro imitan hojas y pétalos de flores. Restos de vajilla labrada en oro y numerosísimas estatuillas de cobre, uno de los metales más trabajados, así como collares y brazaletes de cornalina, lapislázuli y plata e instrumentos musicales con piedras preciosas completaban el tesoro más antiguo del mundo oriental.

Tocado en oro de la reina. Tesoro real de ur.

En las formas y el modelado del metal se descubre un naturalismo de cierta ingenuidad, con obsesión por el detalle ornamental. Se hace difícil un estudio del estilo general de la orfebrería mesopotámica debido a la gran variedad de pueblos y culturas que poblaron sucesivamente el territorio. Sin embargo, en todos los objetos se descubre el valor de las fuerzas de la naturaleza y la esperanza del hombre en una vida después de la muerte, algo que explica que los objetos más valiosos se encontraran en los sepulcros.

También durante el Imperio Persa (VI a.C.) la orfebrería experimentó un florecimiento. Los tesoros encontrados en las excavaciones dan cuenta de la habilidad de los artesanos en la realización de bellísimos utensilios y objetos decorativos en oro y plata. Destacan sobre todo las piezas del último período del Imperio. El naturalismo de las estatuillas destinadas a los hipogeos y el logrado dinamismo de su decoración refleja la influencia de los artistas griegos.

Ruinas del palacio de las mil columnas. Persépolis.