LA URSS, UN NUEVO MODELO DE ESTADO.
INTRODUCCIÓN.
El inicio de la revolución industrial supuso la aparición
masiva de los obreros, sometidos a un proceso de explotación laboral intenso:
largas jornadas laborales, sueldos escasos, ausencia de derechos sociales y
laborales… en un marco político en el que sólo una parte de la población tenía
derecho a voto.
En este contexto surgirá el socialismo cuyos primeros pasos
podemos situarlos durante la Revolución Francesa con las reclamaciones de Babeuf sobre la igualdad fiscal y su
defensa de los principios revolucionarios. De mayor importancia será el
surgimiento del llamado “socialismo utópico” en Inglaterra de la mano de Robert Owen, que tiene su correlato en
Francia con Henri de Saint Simon,
socialismo de carácter más paternalista que revolucionario, tremendamente
pragmático al propugnar reformar las condiciones morales y económicas de los
obreros, a la par que empezaban a diseñar una teoría social en torno a los
trabajadores. Marx irá un paso más
allá al desarrollar toda una teoría histórica (“materialismo científico”) que
explicaba la evolución de las relaciones de producción a lo largo de la historia
y el estado actual de sometimiento de los obreros. De dicho análisis e
interpretación la teoría marxista consideraba que el siguiente paso en la
evolución era que los obreros tomasen el poder para cambiar la situación (algo
que según Marx se produciría de forma natural por las contradicciones del
capitalismo) surgiendo por toda Europa diferentes movimientos socialistas e
intentos revolucionarios.
Sin embargo será en Rusia donde la revolución consiga su
objetivo de controlar el poder, acabando con el Zarismo y con una incipiente
experiencia liberal, dando origen a la URSS controlada por el partido
bolchevique, que se mantuvo hasta principios de los 90 del siglo XX, cuando las
contradicciones internas del sistema comunista soviético hicieron que la
antigua potencia se derrumbase.
1.
LA RUSIA ZARISTA A COMIENZOS DEL SIGLO XX. CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN.
Rusia, en época de los zares, era un enorme imperio que se extendía por los continentes europeo y asiático. Estaba formado por un conglomerado de pueblos y nacionalidades sometidas al poder imperial del Zar.
Contaba con una población no uniforme, compuesta por mayoría
eslava, entra la que destacaban los rusos, que imponen, su lengua, la religión
ortodoxa y su administración, al resto de pueblos a los que tienen sometidos.
El resto de eslavos tenían un idioma, cultura y religión distintos, y entre
ellos destacaban los lituanos, polacos, estonios, ucranianos, etc. Además de
los eslavos encontramos un conglomerado de pueblos de distinta raza, religión y
tradiciones, como judíos, musulmanes, tártaros y fineses.
Sobre todos ellos los rusos practicaron una política que
pretendió unificar y uniformar a la población bajo el paraguas ruso.
La situación económica del imperio ruso a lo largo del siglo
XIX mantenía más puntos en común, con la economía del Antiguo Régimen, que con
las naciones occidentales que habían iniciado ya su despegue industrial y su
revolución agrícola.
La agricultura seguía siendo el elemento principal, de forma
que en 1914 el 80% de la población seguía viviendo de la agricultura. Esta
situación tenía bastante que ver con la pervivencia del antiguo régimen en
Rusia, donde la servidumbre se había abolido en 1861, aunque buena parte del
campesinado seguía aún ligado a la tierra que trabajaba.
La mayoría del campesinado vivía en la pobreza, siendo
mayoritariamente jornaleros o pequeños arrendatarios, lo que contrastaba con un
reducido número de grandes terratenientes con inmensas propiedades y un grupo
algo más amplio de campesinos ricos (kulaks).
Por su parte el desarrollo industrial fue tardío y lento, no
iniciándose un impulso del mismo hasta 1880, momento en que empieza a
construirse el ferrocarril, el cual actuó de motor del proceso industrializador
ante la elevada demanda que suponía de material, mano de obra e inversión.
Este proceso industrializador fue muy concentrado ya que se
desarrolló en áreas muy localizadas, en torno a grandes ciudades o importantes
yacimientos minerales. Dio origen a la creación de grandes fábricas que
albergaban a multitud de trabajadores, desarrollándose, sobre todo, en tres
campos: minería, fundición y astilleros.
Políticamente el país se rige por un sistema de autocracia
zarista. La soberanía recae de forma plena en el zar, sin que éste tenga
ninguna cortapisa a su poder, no existiendo ningún órgano representativo ni
asesor del Zar. Los partidos políticos estaban prohibidos y cualquier oposición
era duramente reprimida.
Este poder del Zar se basa en la obediencia que le profesan
tanto la nobleza como la Iglesia Ortodoxa, sometidas ambas a su poder. El Zar
dispone, además, de un enorme ejército con el que imponer sus decisiones, una
burocracia muy centralizada para gestionar la administración y un fuerte
aparato represor mediante una “policía política”.
2.
LA REVOLUCIÓN BURGUESA.
La oposición en Rusia sólo podía sobrevivir de forma
clandestina ya que no estaba permitida. Esta misma clandestinidad hacía que
fuese minoritaria y débil, aunque no por ello estaba exenta de organización,
existiendo dos fuerzas políticas con cierta entidad.
Una de estas fuerzas eran los Socialrevolucionarios (SR,
eseristas). Es un partido de corte liberal con un gran apoyo dentro del mundo
rural al ser defensores del reparto de tierras entre los campesinos.
La otra gran fuerza son los socialdemócratas, los cuáles se
escindirán, en 1903, en dos grupos:
a.- los bolcheviques, que eran partidarios de hacer
la revolución inmediatamente. Su planteamiento conllevaba que el partido fuese
dirigido por una minoría que movilizaría a las masas. Esta minoría asumiría
gran parte del poder mediante un elevado grado de centralización y una férrea
disciplina.
b.- los mencheviques consideraban que antes de
iniciar la revolución se debía producir un proceso democratizador. Sólo después
se podría realizar la revolución social. Concebían el partido como algo muy
abierto y mayoritario.
Esta incipiente oposición va a ser capaz de encauzar el
descontento popular existente a principios del siglo XX, dando origen a una
revuelta, la de 1905 que supondrá un primer paso en el derrocamiento del
régimen zarista y en el cuestionamiento del sistema político, económico y social,
imperante en Rusia.
La revuelta de 1905 tiene su origen en la guerra
ruso-japonesa de 1904-1905, una guerra en la que una pequeña nación como la
japonesa, que había estado anclada en el feudalismo hasta hacía poco más de 50
años, derrotaba a un gran imperio como el ruso, al que ni Napoleón había sido
capaz de someter. La guerra, además de la humillación de la derrota, había
provocado un aumento del hambre en Rusia ante la falta de abastecimiento, dada
la necesidad de derivar recursos para el conflicto bélico. Fruto de esa
situación fue una manifestación espontánea y pacífica de la población que se
concentró ante el palacio del Zar en San Petersburgo. El pueblo recurría a su
Zar como su protector, llamándole “Padrecito” y pidiéndole pan para vencer el
hambre y la necesidad que padecían.
Sin embargo el ejército reprimió duramente la manifestación
por medio de la violencia, en lo que se conoce como el “domingo sangriento”.
Esta fuerte represión provocará multitud de protestas y levantamientos en los
diferentes sectores de la Sociedad.
El propio ejército formó parte de esta revolución, siendo
abanderados de la misma los integrantes del acorazado Potemkin tras negarse a
atacar a los sublevados. Les siguieron los obreros que se pusieron en huelga, a
la vez que se creaban “soviets” en las fábricas nombrando a sus representantes
para que negociasen las mejoras necesarias.
La clase media tampoco fue ajena a este levantamiento, una
clase fuertemente imbuida del liberalismo occidental que, junto a los
estudiantes, reclamaban la convocatoria de una asamblea constituyente que
organizase el tránsito del país hacia una monarquía parlamentaria al estilo del
occidente europeo.
El campesinado se sumó reclamando el reparto de tierras, y
las minorías nacionales reclamando su autonomía, cuando no, directamente, su
independencia.
Ante la gravedad de la situación el Zar Nicolás II aceptó
convocar una Asamblea (Duma), de carácter legislativo, como medio de contentar
a la población y así poner fin a las revueltas. Esta Asamblea, sin embargo,
tenía un alcance limitado ya que era elegida por sufragio indirecto, no tenía
funciones constituyentes y sus poderes eran muy limitados. Sin embargo cumplió
sus objetivos ya que consiguió atraerse el favor de los liberales y del
ejército, reprimiendo el resto de revueltas y levantamientos, poniendo así fin
a esta sublevación.
El cambio fue más aparente que real, ya que Nicolás II
despreció a las Dumas y sus dictámenes y, aunque estas siguieron existiendo y
se mantuvieron las elecciones a la misma, su capacidad de influencia en el
régimen era mínima, salvo que circunstancias especiales obligasen al Zar a
escucharlas en aras de evitar un nuevo levantamiento.
Los bolcheviques quedaron profundamente desencantados con el
resultado de este primer experimento revolucionario, desarrollando un futuro
programa de acción que marcará la revolución posterior:
·
La revolución debería ser encabezada
por la clase obrera como forma de conseguir que sus demandas fuesen atendidas.
Consideraban además que la burguesía en Rusia era demasiado débil para
encabezar la revolución y que no era necesario pasar antes por la revolución
burguesa para que el proletariado tomase conciencia de su situación de
explotación e iniciase la revolución.
·
El campesinado sería considerado un
aliado en el proceso revolucionario, aunque no su protagonista.
·
La creación e impulso de los soviets
sería el germen del futuro gobierno, al crear una estructura previa de poder y
ejercitar en su ejercicio a sus líderes.
·
Era necesaria el mantenimiento de un
partido fuerte y disciplinado para conseguir la revolución, sin fisuras ni
disensiones que hiciesen fracasar la misma.
·
Habría que esperar un momento propicio,
en el que las situaciones de explotación se agudizasen para iniciar el
movimiento revolucionario definitivo, el cual vendrá determinado por un nuevo
conflicto bélico, la Primera Guerra Mundial.
3. LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE
3.1. EL DERROCAMIENTO DEL ZAR
En 1914 había comenzado la Primera Guerra Mundial. Rusia,
fruto de las alianzas y de sus propios intereses, se había involucrado en la
misma desde el principio y también, desde el inicio, sufrió los embates de la
misma tras invadir, Alemania, Polonia y adentrarse en el territorio ruso. La
guerra no resultó, inicialmente, favorable para Rusia siendo ocupado parte de
su territorio, sufriendo graves derrotas contra Alemania y aumentando la
pobreza y el hambre entre su población.
Fruto de esta situación fue el estallido de una huelga en
San Petersburgo el 23 de Febrero de 1917, huelga a la que se unirán los
soldados que veían como se les enviaba a una muerte casi segura y que,
rápidamente, se extenderá por todo el país.
Esta huelga contará con estructuras paralelas de poder, por
un lado con la formación de soviets integrados por obreros y soldados,
dirigidos en estos momentos por mencheviques y eseristas. Así mismo, la Duma
dará un golpe de Estado al crear un gobierno provisional, nombrando presidente
al príncipe Lvov. Estos movimientos provocarán la abdicación del Zar Nicolás II
que abandona el gobierno.
Existían en estos momentos dos focos de poder, uno el
emanado de la Duma, y otro el emanado de los soviets. Ambos llegaron a un
entendimiento, nombrándose al eserista Kerensky como nuevo presidente de
gobierno, cuya principal misión fue la de convocar elecciones para Cortes
Constituyentes que definirían el futuro político de Rusia.
A pesar de este acuerdo inicial, la situación no por ello se
tranquilizó. Unánime era el deseo de paz de la población, sin embargo el nuevo
gobierno no inició un proceso para obtenerlo, lo cual dejó insatisfecha a la
población. Por otro lado, a pesar del acuerdo, seguían existiendo dos focos de
poder, el de la duma y el de los soviets. Un último elemento era la diversidad
de demandas que había que satisfacer, ya que distintas eran las de los obreros,
los campesinos, las nacionalidades, los soldados, etc.
3.2. DE FEBRERO A OCTUBRE
Los bolcheviques no habían tenido un papel importante en
este proceso revolucionario, pero en los meses posteriores iniciarán un camino
de organización y ascenso que hará crecer su ascendiente y poder entre los
obreros rusos. Este ascenso coincide con el regreso de Lenin a Rusia. Lenin se
había visto obligado a emigrar de Rusia dada su oposición al régimen zarista,
pero el triunfo de la revolución permitió su regreso, alentado por Alemania que
veía en él un factor de desestabilización que les podía favorecer en el
conflicto.
Lenin tomará rápidamente las riendas del movimiento
bolchevique proclamando las llamadas “Tesis de Abril”:
·
Se rechazaba el gobierno provisional,
al que no consideraba representativo de los obreros.
·
Exigía el fin de la participación rusa
en la I Guerra Mundial
·
Reclamaba el control de la producción y
la distribución industrial para los soviets, de forma que las empresas fuesen
controladas y dirigidas por los obreros
·
Rusia debía convertirse en una
República de soviets de obreros y campesinos.
La propuesta de Lenin resultó muy atractiva para la
población, de forma que los bolcheviques fueron ganando adeptos a la par que
los iba perdiendo la socialdemocracia de Kerensky, el cual no aceptaba los
planteamientos de Lenin, perdiendo apoyos entre los elementos más izquierdistas
de su formación. Pero también perdió apoyo entre la derecha al reprimir un
intento de golpe de Estado del general Kornilov, contando con el apoyo
bolchevique. El último elemento en su contra fue su incapacidad para mantener
el orden, ya que las huelgas y protestas se sucedían ante la situación
existente derivada del conflicto mundial.
Toda
esta situación provocó un fuerte descontento que permitió que el 25 de octubre
los bolcheviques ocupasen los puntos estratégicos de la ciudad, no encontrando
apenas resistencia ante la falta de apoyos con que contaba Kerensky,
controlando rápidamente el poder que quedó en manos bolcheviques.
4. DEL COMUNISMO DE GUERRA AL ESTALINISMO.
4.1. LAS PRIMERAS MEDIDAS BOLCHEVIQUES.
El control inicial de los bolcheviques se había reducido a
las ciudades de San Petersburgo y Moscú, por eso sus primeras decisiones
buscaron ganarse adeptos para consolidar su poder y extender la revolución al
resto del país actuando, principalmente, sobre cuatro aspectos:
a.-La tierra:
Con el objeto de atraerse al campesinado se procedió a la
abolición de la propiedad privada y se inició la nacionalización de toda la
tierra que pasó a ser propiedad del Estado, repartiéndola de forma colectiva
entre el campesinado para su explotación, prohibiendo el empleo del trabajo
asalariado. Se satisfacía así una demanda campesina como era el reparto de la
tierra, aunque no en las condiciones que los campesinos habían imaginado.
b.-El trabajo
Las industrias también fueron nacionalizadas al igual que
los bancos. Se estableció la jornada laboral de 8 horas y se crearon comités
obreros para dirigir las fábricas, comités que serán coordinados por el Partido
Bolchevique.
c.- La paz
Era una de las grandes demandas sociales, y contaba con un
amplio consenso social, por lo que rápidamente iniciaron negociaciones para
firmar la paz con Alemania, lo que llegó en 1918 con la firma del Tratado de
Brest-Litovsk. Por ese tratado Rusia veía reducido su territorio al perder
Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, parte de Polonia, de Bielorrusia, así
como Ucrania y Besarabia en la frontera occidental. En el Caúcaso perdía
Georgia, Armenia y Azerbaiyán, con lo que se daba respuesta también, de forma
indirecta, a diferentes demandas nacionalistas e independentistas. No obstante,
tras finalizar la Primera Guerra Mundial, sólo permanecerán independientes
Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania, siendo el resto de nuevo sometidas por
Rusia.
La firma de la paz contribuyó a rebajar las tensiones dentro
de la Sociedad y concentrar los esfuerzos en la extensión y consolidación de la
revolución soviética. Pero también supuso un balón de oxígeno para Alemania que
pudo olvidarse de su frente oriental y concentrar sus esfuerzos en el
occidental, lo que supuso que la guerra se prolongase.
d.-la creación del Nuevo Estado.
Victoriosa la revolución el primer paso era consolidar el
poder creando una nueva organización política de acuerdo al ideario
bolchevique. Por ello se disolvió la Asamblea Constituyente convocada tras la
revolución de Febrero a la vez que se estableció un férreo control de los
soviets por parte del partido bolchevique, a fin de tenerlos controlados y
utilizarlos en su proyecto.
Se creó un Consejo de Comisarios del Pueblo que actuó como
Gobierno obrero y campesino. Este consejo estaba únicamente integrado por
bolcheviques y en él su presidente era Lenin, mientras que Trostky se encargada
de Asuntos Exteriores y Stalin era el comisario para las nacionalidades. Se
decretó la igualdad de todos los pueblos integrantes del estado ruso,
reconociendo su derecho a la autodeterminación, lo que suponía que muchas
naciones podrían independizarse de Rusia abandonando el nuevo estado, algo que
en la práctica no fue permitido. Se elaboró una Declaración de Derechos del
Pueblo Trabajador y Explotado, en la que se afirmaba que Rusia era una
república de soviets de obreros, soldados y campesinos, y que se constituía
como una federación de repúblicas.
En 1918 se aprobaría una Constitución en la que se diseñaba
un sistema de gobierno que tenía dos ejes fundamentales. Uno era el partido
único que era el depositario de todo el poder y el otro eran los soviets,
controlados por el partido bolchevique. En último término se admitía que el
nuevo régimen era una dictadura del proletariado con carácter transitorio, cuyo
final se alcanzaría con el triunfo definitivo de la revolución proletaria y el
establecimiento del ansiado “paraíso socialista”.
4.2. LA GUERRA CIVIL.
Sin embargo el proyecto bolchevique no fue aceptado por toda
la sociedad rusa ya que muchos eran los perjudicados por el nuevo sistema
político y muchos también los que se habían visto apartados del poder. Ello
supuso que se iniciase una guerra civil que enfrentó a bolcheviques, que
ocupaban la zona central de Rusia controlando las grandes ciudades de
Petrogrado y Moscú, y al frente antibolchevique, muy disperso y asentado en la
periferia rusa. Esta guerra civil duraría de 1918 a 1921.
El frente antibolchevique estaba unido por el rechazo a los
bolcheviques y a la naciente revolución, por lo que constituía un grupo muy
heterogéneo:
·
El llamado ejército blanco, por
oposición al rojo bolchevique, era un grupo de antiguos oficiales del ejército
ruso, junto al clero ortodoxo y elementos conservadores.
·
Grupos revolucionarios
antibolcheviques: eseristas, mencheviques, anarquistas y otros marginados del
poder.
·
Naciones periféricas: Ucrania,
Polonia,… que deseaban mantener su independencia e, incluso, ampliar sus territorios a
costa de Rusia.
Esta oposición al bolchevismo contó, una vez terminada la I
Guerra Mundial, con el apoyo de las potencias vencedoras: Francia, Gran
Bretaña, EE. UU. y Japón. Tuvieron una intervención militar breve dado el
agotamiento derivado del anterior conflicto y, tras el fin de la guerra,
llevaron a cabo una política de aislamiento y hostilidad en los foros
internacionales (en la recién creada Sociedad de Naciones) y de bloqueo
económico. Estas potencias consideraban a Rusia como enemiga por su abandono de
la guerra y por ser el refugio de los revolucionarios, además de instigar a
otros países a la revolución socialista.
4.3.
EL FINAL DE LA GUERRA CIVIL.
En 1921 el ejército bolchevique consiguió imponerse al
ejército blanco. Su victoria se asentó en una serie de elementos:
1. La desunión y diversidad de sus adversarios, que sólo
compartían su rechazo al bolchevismo.
2. El apoyo de los obreros y campesinos al nuevo régimen
bolchevique, temerosos de perder lo que habían conseguido y de un retroceso en
la situación, que sin ser buena, había supuesto una mejora.
3. La concepción del partido bolchevique como un partido fuerte
y muy centralizado, garantizó el mantenimiento de la unidad política y
territorial.
4. El impulso de una fuerte represión interna creando la
“checa”, una policía política que persiguió a los disidentes, instaurando lo
que se llamó el “terror rojo”.
5. La organización de la economía en función de la guerra,
orientando todos los recursos hacia la consecución de la victoria. Se produjo
la nacionalización de todas las industrias y del campo que, aunque contrario al
planteamiento de la autogestión obrera, beneficia al sostenimiento de la
guerra. Esta situación generó protestas, la más importante la de Kronstadt en
1921, lo que hizo que, terminada la guerra, se abandonase esta economía.
4.4.- EL INTENTO DE
INTERNACIONALIZACIÓN DE LA REVOLUCIÓN. LA TERCERA INTERNACIONAL.
La victoria de la revolución bolchevique se constituía en un
ejemplo de que la misma era posible. Los bolcheviques deseaban la extensión de
la revolución como un medio de afianzar y mantener la suya.
Pensaban que la Primera Guerra Mundial facilitaría su
desarrollo, ya que las consecuencias del conflicto habían creado una situación
favorable para el estallido revolucionario en toda Europa. Alemania era el
principal candidato al añadirse a las consecuencias de la guerra las derivadas
de los tratados de paz. De hecho será en Alemania donde surjan las principales
revueltas, aunque en 1918 se extendieron también por el antiguo imperio
austro-húngaro y entre 1919 y 1920 por España, Francia e Italia. El intento más
sonado será el de los espartaquistas en Alemania.
Todas estas revueltas fracasaron por la represión que en
esos países se llevó a cabo, además de debilitar las posiciones socialistas, al
introducir los gobiernos liberales reformas económicas, políticas y sociales,
que daban respuesta a algunas de las demandas obreras.
La lectura que los bolcheviques hacían de esos
acontecimientos, era distinta, ya que las consideraban el paso previo para la
batalla final que acabaría con el liberalismo y posibilitaría el triunfo del
socialismo universal. Por ello iniciaron una política que buscaba acelerar el
proceso revolucionario, convocando la Tercera Internacional o Internacional
comunista.
Los bolcheviques rusos pretendieron tener muy controlado el
proceso imponiendo unas condiciones muy exigentes para participar (las llamadas
“21 condiciones”), entre las que destacaban la necesidad de adoptar el modelo
bolchevique de partido, apostar por la revolución como única vía y el rechazo a
las reformas liberales.
Los partidos que se incorporaron a la Internacional se
denominaron comunistas y serán minoritarios en sus países, provocando una
división en el socialismo que favorecerá aún más el aislamiento internacional
de la URSS.
4.5.-LA CONSTRUCCIÓN DE LA URSS (1921 1939)
A.-LA NUEVA POLÍTICA ECONÓMICA.
Finalizada la guerra civil en 1921, se puso fin también a la
economía de guerra que estaba generando un fuerte descontento entre la
población.
Se puso en marcha un nuevo proyecto llamada Nueva Política
Económica (NEP) de 1921 a 1928, que puso fin a las requisas y confiscaciones en
el campo, permitiendo a los campesinos la libre disposición de sus productos y
su libre comercialización a cambio de lo cual pagaban un impuesto en metálico.
Se produjo también la desnacionalización de pequeñas industrias.
Estas medidas conllevaron un aumento de la producción y una
mejora en el abastecimiento de las ciudades, aumentando el grado de
satisfacción de sus habitantes, produciendo también un aumento en el precio de
los productos agrarios y el surgimiento de un nuevo grupo social formado por
prósperos comerciantes y campesinos ricos, reapareciendo la desigualdad social.
Esta nueva situación generó un doble posicionamiento dentro
del bolchevismo entre aquellos que lo veían positivo y que el proceso debía
continuar con un aumento de la democratización política, y los que rechazaban
estos cambios incidiendo en una rápida y total colectivización de toda la
producción y el mantenimiento de un poder fuerte y centralizado, cuya figura
más representativa era Stalin.
A la vez que se establecía esta nueva política económica se
configura el nuevo Estado. En 1922 nacía oficialmente la URSS, como Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas.
En 1924 moría Lenin, hasta ese momento líder indiscutible de
la revolución y del país, desatándose una pugna interna por el control del
poder que suponía también la victoria de uno de los modelos en litigio. Stalin,
que controlaba ya la burocracia del partido comunista, logró deshacerse
progresivamente de sus adversarios estableciendo, a partir de 1929, una
auténtica dictadura personal.
B.- LA DICTADURA STALINISTA.
Stalin creó una dictadura de carácter
personal que estuvo caracterizada por un control pleno del partido y de las
instituciones del Estado, sin que nada se desarrollase al margen de sus
decisiones.
a.-Rasgos políticos:
a) La dictadura se basaba en un fuerte culto a la personalidad
mediante una gran exaltación propagandística, convirtiéndose en el padre de la
patria, adquiriendo el aura de los antiguos zares.
b) La persecución de los disidentes, una persecución implacable
que conllevó fuertes limpiezas incluso dentro del propio partido bolchevique,
persiguiendo cualquier crítica e imponiendo un régimen de terror mediante
continuas purgas políticas. Para ello se creó la NKVD, sucesora de la antigua
“checa”
c) El partido bolchevique se convirtió en un partido de masas,
al ser obligatoria la afiliación al partido para poder acceder a cualquier
cargo político o administrativo.
d) El partido bolchevique hizo gala de un fuerte nacionalismo
ruso, rusificando la sociedad.
b.-
rasgos económicos:
a) La NEP se sustituyó por una política económica fuertemente
planificada y controlada desde el poder central, acorde con las tesis
stalinistas. El Estado y el partido decidían qué, cuanto, cómo y dónde se
producía. A la vez se inició una rápida política industrializadora del país.
b) Se desarrollaron planes quinquenales, en la que se diseñaban
objetivos económicos que había que cumplir.
c) Se produjo la colectivización de la agricultura,
desapareciendo totalmente la propiedad privada, creando:
a. koljoses: granjas de propiedad colectiva controladas por el
Estado que era además el dueño de la maquinaria
b. sovjoses: granjas estatales que emplean obreros asalariados.
d) Se apostó por la industria pesada impulsando la creación de
bienes de producción frente a los bienes de consumo, desapareciendo
prácticamente el artesanado y el comercio privado.
c.-Consecuencias
del Stalinismo:
I.
La URSS se
convirtió en una potencia industrial a nivel mundial
II.
Se
consolidó un poder centralizado y autoritario basado en la autocracia del
partido único como centro de poder.
III.
Se
garantizaron unos servicios mínimos extendidos a toda la población, asequibles
y gratuitos, garantizados por el Estado para todos.
IV.
A pesar de
eso se mantuvieron unos fuertes desequilibrios:
a.
La
agricultura permaneció atrasada frente al fuerte desarrollo industrial.
b.
Se
desarrolló un importante mercado negro ante la falta de libertad de precios y
la ausencia de un mercado privado.
V.
Se apostó
por la autarquía económica a pesar de la reducción de la calidad de vida que
supuso.
VI. El impulso de un régimen represor que se basó en el exilio, las deportaciones, los campos de trabajo, las penas de muerte, Esto supuso que durante el Stalinismo fueron víctimas de esta represión entre 10 y 20 millones de personas.